Amala había sacado una canción y tenía que hacer un video clips así que la acompañe ya que siempre me decía que nunca la acompañaba y cosas por el estilo. Pero ojalá no hubiera venido. Ya que cuando vi a la chica subirse arriba de un hombre y empezó a bailar arriba de el no me gustó para nada, y los 20 minutos fueron 3 horas largas para mi.
— Natalie ¿y Amala? — le pregunté a la productora y mánager de Cat.
— Esta en maquillaje, sigue el pasillo mano derecha — dijo indicando.
Yo le doy un pequeño gracias y empiezo a caminar donde me había indicado Natalie hasta que llego. Entro a la sala y veo a la chica chatear con el celular mientras estaba sentada.
— Cuando te falta — dije mirándola por unos segundos para luego caminar hasta el sillón y sentarme.
La chica sin responderme contesta unos mensajes para luego dejarlo en el mueble y venir hacia mi. Veo como su cuerpo azul comienza a caminar y se sube a mi regazo, teniendo una buena vista de su cuerpo.
— Fueron a buscar los químicos para sacarme esta pintura, pero se les olvidaron así que fueron a comprar a la tienda más cercana — dijo subiendo sus manos hasta mi cuello.
— Te ves como una avatar — comenté mirándola de pies a cabeza.
— ¿Que es un avatar? — preguntó inclinando su cabeza confundida.
— Oh vamos amor ¿no sabes lo que es un avatar? — dije mirándola pero ella negó — Es un personaje que es azul al igual que tu y tiene el pelo negro pero la diferencia es que ellos miden casi tres metros a cambio que tu que mide un metro y medio — dije comenzando a reír.
La pelinegra me da un golpe en mi pecho viendo como su rostro se frunce al tal comentario ya que siempre me burlaba de su estatura.
— Pero al chico no le molesto que midiera un metro y medio — dijo sonriendo.
Mi risa y mi sonrisa la borró de golpe cuando dijo lo último, viendo ahora como ella comenzaba a reír y me sacaba la lengua como una niña pequeña.
— No ves, te gusta jugar a ti solamente – dijo con una sonrisa molestosa.
— Me hubiera contratado a mi en vez del chico. Actuó bastante pésimo y cuando te tocaba lo hacía peor — dije negando.
— Entonces para la otra te contrataremos a ti y tu lo harás muchos mejor que el ¿no? — dijo tomando mis manos para luego dejarlas en sus glúteos.
— No te imaginas — respondí apretando su trasero.
— Lo haz hecho con un Avatar — dijo de repente empezando a desabrochar mi camisa desesperadamente.
— Nunca pero para todo hay una primera vez — dije empezando a besar su cuello.
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