— Vamos amor me duele las piernas de tanto caminar — dijo la pelirroja mientras trataba de igualar mis pasos.
Yo me giro hasta ella y veo su rostro cansado, su rostro estaba ligeramente colorado y su cola de caballo estaba un poco de lado.
— Nos falta solo 5 minutos más y vamos a llegar ¿quieres descansar? — dije viéndola.
Ella asiente y se sienta en una roca. Podía escuchar los pajaritos cantar y la brisa fresca del viento en mi cara. Le tenía una sorpresa a Madelaine que consistía en una cabaña en medio del bosque, me costó bastante para que pudiera agendar una hora ya que era popular por su lugar tranquilo y solitario.
— Estos lugares me recuerdan a las películas — dijo Madelaine mientras bebía de su agua — Lo digo porque siempre en las películas van como al bosque y hay un asesino suelto que lleva diez años habitando aquí —
— Bueno me descubriste, te llevé aquí porque te asesinaré — dije seria sentándome aún lado de ella.
Me la quedo mirando por unos segundos sin ninguna expresión, solo con mi cara de poker hasta que no pude evitar reírme cuando sus ojos se fueron de órbita.
— No bromees con eso tonta, que me asusto — dijo Madelaine mientras me daba un golpe en mi hombro.
Me río por unos momentos y me pongo de pie nuevamente. Ayudo a Madelaine a ponerse de pie y comenzamos a caminar.
— No se porque me enamore de una atleta — dijo con la respiración casi entrecortada y eso que dio tres pasos solamente.
— No te enamoraste de mi por ser un atleta te enamoraste porque te llevaba chocolates como de regalo. Ahora se cual es tu intención — dije mirándola por unos segundos.
— Bueno me descubriste. Estoy contigo solamente por los chocolates, lo siento — dijo subiendo sus hombros.
Estuvimos hablando por unos minutos hasta que llegamos a la cabaña.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Antes que pudiera verla lo tapo con mi cuerpo y comienzo a vendar sus ojos. Empezamos a caminar hasta que estuvimos afuera de la linda cabaña.
— ¿Estas lista? — pregunte viéndola.
— Estoy lista estoy lista — dijo ansiosa.
Comienzo a sacarle la venda en sus ojos hasta que no los tenía puesto, se adaptó a la luz del sol y rápidamente me hago hacia aún lado para que pudiera ver ya que lo tapaba con mi cuerpo.
— No es muy grande pe.....
— Es perfecto — dijo con una sonrisa — Es perfecto gracias — dijo mirándome y de un momento a otro se tira encima de mi.
Rodeo mis brazos a su cintura y la apretó hacia mi. Se separa de mi y me da un beso en los labios que no dude en seguirlo.
— Tiene un jacuzzi — dije en cuanto nos separamos.
— Entonces vamos a probarlo de inmediato — dijo tomando mi mano para luego caminar dentro.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
