Selena Gomez

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— ¡Por qué eres así con todas! — me gritó Selena mientras me seguía hacia la cocina — ¡Por qué siempre eres amables con otras chicas menos conmigo! —
 
— Dios por favor ayúdame — susurré ya cansada de hablar con lo mismo.
 
— ¡A veces me arrepiento de a ver regresado contigo¡
 
Por sus palabras me giro chocando ella con mi pecho. La miró enojada y juro que pensé que me iba a salir fuego por los ojos o por la nariz.
 
— ¡No vengas con mierda Selena. Tú me pediste un tiempo y con gusto te lo di, pero dos días después estabas rogando para que vuelva contigo nuevamente! — grité furiosa.
 
— Me tenías realmente harta, siempre eres amargada, fría, calculadora y un grano en el culo.
 
Yo comienzo a reírme y era lo que más le molestaba a ella. Que me riera de ella y sobre todo si lo hacía con mala intención, burlándome de ella y eso estaba asiendo en estos momentos.
 
— Quién lo dice, la chica que se cree perfecta y finge ser feliz. La que siempre tiene una puta sonrisa en el rostro, la que siempre es celosa y que está constantemente jodiendo a las personas de su alrededor. Finge ser buena pero es como una bruja que solamente le gusta molestar y estorbar a las personas.
 
— ¡Eres un imbécil! — gritó empezando a llorar — ¡Nunca debí tener una relación contigo, nunca debí pedirte que regresaras conmigo. Fuiste un error, fuiste el error mas despreciable y asqueroso que pude a ver cometido en toda mi jodida vida! —
 
Selena con cada palabras me golpeaba en el pecho hasta que explote. Tomó sus manos y la empujó ligeramente.
 
— ¡Ojalá tú te hubieras muerto en la operación para no verte todos los jodidos días! — grité fuerte sin pensarlo.
 
Selena se queda en silencio y se lleva sus manos a su boca. La habitación estaba en completo silencio, escuchando el tic tac del reloj y los autos pasar afuera en al calle. Veía como sus lágrimas caían mientras que yo, solo quería que me arrollada un tren.
 
Reaccione solo por una cachetada que me dio Selena en mi mejilla.
 
— N-no puedo creer pudieras a ver dicho eso — susurró dolida.
 
Yo sin decir nada paso aún costado y salgo de la casa. Habíamos tenido una increíble cena con mis padres, había sido una cena hermosa tranquila y familiar. Todo era perfecto hasta que Selena empezó con sus celos, había invitado a una vecina. Wendy se llamaba, la chica más de una vez hizo comentarios pasado de tono pero tan siquiera la tomé en cuenta, pero en todo el trayecto a casa Selena estuvo peleando.
 
Toco la puerta unas dos veces, escuchando pasos al otro lado. Al abrir la puerta veo a mi amigo al otro lado.

— ¿________? ¿Qué pasó?
 
— Discutimos con Selena, dije cosas horribles Oscar — contesté abrazándolo, mientras que sentía lágrimas salir de mis ojos.
 
Oscar cierra la puerta y yo me separó de el, camino hacia el sillón y me siento. Veo que Oscar saca algo del refrigerador mientras lloraba, agarro la botella roja que me había extendido y empiezo a tomar.
 
— ¿Que pasó cuéntame? — preguntó sentándose aún costado mío.
 
— Y-yo empezamos a discutir, Selena empezó a insultarme y a decirme cosas feas. Explote y le dije porque no se había muerto en su operación, yo nunca diría eso Oscar. Solo explote y solo grité lo que se me ocurrió.
 
Oscar golpea mi espalda mientras llevaba mis manos a mis ojos.
 
— La amo demasiado Oscar, daría todo mi cuerpo y órganos para verla viva. Daría mi vida por ella, nunca jamás en mi vida diría algo así  — dije mirándolo.
 
— Shhh.... cálmate. Eso lo sé, yo se que jamás le dirías eso, hasta le ibas a pedir matrimonio.
 
Al recordar eso comenzó a llorar de nuevo. Escucho susurrar a Oscar un "mierda la cage" lloraba como un maldito bebé. Mis lágrimas no paraban de salir al ver su expresión por aquellas palabras. Había pasado casi un año de su operación, todos estábamos nerviosos y claramente felices que saliera bien. Claramente yo lo estaba, y como celebración iba a pedirle matrimonio mañana en nuestro aniversario.
 
— Vamos titán, descansa y mañana conversaran más tranquilos. Ahora descansa y duerme — contestó mientras lo veía desaparecer.
 
Yo tan siquiera contestó, segundos después veo a Oscar traer unas sábanas. Me da las sábanas y me acuesto en el cómodo sillón. Oscar apaga todo y se va a su habitación. Tan siquiera me doy cuenta cuando mis ojos empiezan a cerrarse, hasta que caigo rendida.
 

Famosas y Tu (one shots y imaginas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora