Antes que te vayas

72. Necesitamos hablar

James

Dos mes después

—¿Hay personas a tu alrededor con las que puedas contar cuando sucede esto?

La doctora Holmes da tres suaves golpes con su lapicera sobre la mesa de madera. Me muevo incómodo en la silla de su oficina frente a su escritorio, rasco mi nariz y pienso en la única persona que estuvo siempre.

—Si...estaba mi prima, aunque no quiero cargarla con todo esto.

Barbara comenzaría la universidad pronto y pese a que casi me visitaba todos los días mientras estuve internado, no podía obligarla a que sacrificara más. Pero necesitaba demostrar que contaba con una red de apoyo para que me pudieran dar el alta.

—¿Por qué sientes que es una carga?

Sonrío amargamente. ¿Por donde empezar? Quizás porque se cual es esa sensación de tener salvar a los demás. Y también la decepción que se siente cuando no lo haces lo suficientemente bien.

—Porque no quiero que renuncie a nada solo por tener que cuidarme, o que sienta culpa por no poder hacerlo. Ya la puse en una situación de mierda antes, no quiero volver a hacerlo.

Ella da otros tres golpecitos sobre la mesa con su lapicera y sube sus gafas por su nariz. Antes de que pregunte a que me refiero con ello simplemente relleno el espacio en blanco.

—Arruine las cosas con Julie y ellas son amigas y no quiero que sienta que debe tomar un lado o lo que sea —me muevo incómodo otra vez y entrelazo mis dedos solo para encontrar algo de calma. Intentaba no pensar en ella en lo absoluto, menos en la forma en que me vio la última vez. Si pudiera borraría cada instante de esa noche. Cada mirada. Cada palabra.

—Ambas tienen derecho a odiarme —miro hacia mis manos, la arcilla con la que trabajábamos en los talleres aún está pegada debajo de mis uñas.

—Aunque parece que nadie puede hacerlo más que tú —se queda en silencio aguardando a que diga algo cuando finalmente levanto la vista para encontrarme con su mirada. No lo hago—¿Hablaste con tu prima sobre lo que sientes?

—No.

—¿Y con Julie? Dijiste la última vez que te sentías mejor a su lado.

—Si, lo hacía. Había dejado de fumar tanto y los momentos de ansiedad eran menores. Pero las cosas no terminaron bien entre nosotros.

—¿Alguna vez lo hablaste con ella?

—No. Ella pregunto muchas veces cuando notaba que había algo raro en mi. Incluso discutimos por ello.

—¿Quieres contarme sobre eso?

—Estábamos en un bar y apareció un amigo de Fran y dijo cosas en la mesa, como que llevaba un año limpio y sobre cómo iba yo y luego iba a hablar de Fran frente a mi hermana y a Julie...ellas no...saben nada de Fran, sobre su adición o sobre como él era. Y me volví loco, Julie lo noto y comencé a apartarla. Creí que terminaría conmigo luego de eso...

—Pero no ocurrió.

—No, ella pidió que hablara pero no pude y lo peor es que ella lo entendió, aunque sabía que le dolía y que sentía que no confiaba en ella pero lo entendió.