Bárbara no dijo ni una sola palabra cuando me encontró en la habitación de Seth vistiendo solo una de sus camisetas y a él detrás de mi aún dormido en la cama, solo con su bóxer.
Ella no dijo nada pero conocía su mirada acusativa. No lo entendía. Para ella esto significaba que habíamos regresado y que yo le había mentido ayer. No me había acostado con Seth, no en ese sentido, nos besamos y acariciamos, no hubo sexo, yo solo necesitaba sentirlo cerca, volver a sentirme segura en sus brazos. Él me había contado entre besos y risas que había conocido a una chica dentro de su grupo de estudio. Y no sentí nada, no hubo ni una picazón de celos dentro de mí. Hablo de que se sentía cómodo con ella pero que no estaba seguro, que aún no había hecho ningún movimiento ni nada. Yo me reí y le dije que era un cobarde y que debía lanzarse. Me quedo mirando uno instante pensativo, quizás creyó que estaría celosa o sería algo raro entre los dos, ya que estamos casi desnudos y besándonos mientras él me hablaba de otra chica. Y lo era. Era extraño al menos para cualquier persona que no fuéramos nosotros dos.
Prometió que la invitaría a cenar y yo le dije que por favor no se ponga todo remilgado en la primera cita, luego nos reímos recordando la nuestra. No había sido una cita como tal, habíamos sido amigos desde siempre pero él había insistido en que debíamos hacerlo formalmente. Y tuvimos nuestra primera cita y él llevó un traje costoso y comimos en un lugar elegante e igualmente costoso con platos con nombres raros. Al final de la noche acabamos con hambre y acurrucados en su auto con un pedido extra grande en McDonald.
La camioneta de James estaba estacionada enfrente de la casa de Barb cuando regresamos. Ella lanza un resoplido cuando la ve pero no dice nada. La había visto mandar mensajes en el auto y ahora podía entender que se trataba de James.
Al instante en que estacionó él sale de la casa y aguarda con sus manos en sus bolsillos pretendiendo estar relajado y desinteresado pero estaba balanceando su peso de un pie al otro como si estuviera nervioso.
—¿Cómo estuvo el viaje? —pregunta en cuanto Barb pone un pie en el suelo, yo lo ignoro y camino hacia el baúl del auto para sacar las maletas de Barb— ¿Consiguieron un bar abierto?
—Me emborrache tanto que apenas recuerdo el viaje. Julie también —responde ella y me lanza una mirada suspicaz. Era obvio que no estaba de acuerdo con lo que vio y podía entenderla, ella era Team James.
—Deja que te ayude —se abalanza y me quita la maleta de Barb. Nuestras manos se tocan levemente y yo me aparto nerviosa. Doy un paso hacia atrás sin pensarlo mientras él sostiene las dos maletas y nuestras miradas se encuentran por un momento. Mi rechazo no paso desapercibido al igual que había sucedido con Connor días atrás. Quizás con Seth era diferente, quizás me sentía segura con él y nunca más me volvería a sentir segura con alguien más. Era una tonta y solo estaba lastimándolo.
James no dice nada y pretende que nada sucedido pero veo la molestia y el dolor en sus ojos. Odiaba esto, odiaba que lo apartara y yo también.
—Las llevaré adentro —se excusa aún mirándome con demasiada profundidad, sus ojos eran más verdes a la luz del sol y las motitas marrones estaban más atenuadas tanto que parecían al musgo. Extrañaba perderme en sus ojos. Mierda, lo extrañaba tanto.
No puedo hablarle, mi boca se abre y se cierra cuando él se da la vuelta caminado hacia la casa. ¿Qué podía decirle? No tenía sentido acercarme otra vez a él, no cuando se que todo lo que le había dicho le dolió de verdad y aún no sabía qué era lo que le ocurría y porque Bárbara estaba tan preocupada por él. Tampoco podía acercarme cuando ni siquiera podía dejar que me tocara. No haría eso.
Me fui furiosa a mi casa. Toda la paz que había logrado conseguir en el viaje se había evaporado. Estaba en el mismo punto muerto de antes, el tacto de James aún ardía en mi mano, un pequeño y diminuto rose. La mirada de decepción de Barb y su silencio en todo el viaje, quizás ya le habría contado lo que creía que vio entre Seth y yo. Él ya estaba enojado y ahora lo estaría aún más ¡Qué más daba! No podía estar con él. Eso había quedo claro hoy. Y además ¿Por qué le importaría cuando hizo lo mismo con Tessa? Al menos yo no me había acostado con Seth y no lo hice mientras fingía sentir algo por él. No era una mentirosa, solo estaba arruinada.
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Antes que te vayas
Teen FictionDespués de romper con su novio, su amiga intenta que Julie vuelva a creer en el amor y la arrastra a una cita doble con el chico del que una vez estuvo enamorada. La vida es confusa y mucho más en tu último año de secundaria, o cuando tus amigas ti...