James no me escribo en todo el fin de semana, y aunque no pude dejar de pensar en él tampoco me sentí afligida por no saber en qué punto estábamos ahora.
Tal vez había estado con Tessa o tal vez había salido con sus amigos pero todas esas ideas se disiparon cuando vi las historias en el Instagram de Barb. Al parecer la había ido a ver jugar de verdad y no era solo una tonta excusa.
Molly no me había enviado mensaje para juntarnos a hacer nada, luego vi que pasó todo el día con Nolan por lo que supuse que los chicos tampoco había salido a ningún sitio y mi castigo de quedarme en casa encerrada no se sintió tan terrible después de todo.
La semana comenzó con James invitándome a vernos a escondidas en el sector de libros religiosos de la biblioteca. No había un motivo por el que no le decíamos nada a nadie, pero suponía que tenía que ver con que todavía no entendíamos que estaba sucediendo.
No podía pensar en otra cosa que en James, en él lanzándome miraditas disimuladas entre clases, en James extendiendo sus largas piernas bajo la mesa para rozar mis piernas, en James comprándome algún postre demasiado delicioso para comer a escondidas, en James burlándose por tener que irme para tomar mis clases de gimnasia en donde según él solo fingía correr cuando la profesora me miraba. Y tenía razón, pero eso no me sorprendía, sino el hecho de que él lo supiera, de qué tal vez él también me había estado observando todo este tiempo como yo había hecho con él. Pero todavía no entendía una cosa, si él en verdad había estado allí todo este tiempo ¿Por qué no se acercó? ¿Por qué nunca hablo conmigo antes? Antes de Molly y Nolan, antes de todo.
El vernos a escondidas se había vuelto un hábito desde la semana pasada y no podía pensar en otra cosa en la hora del almuerzo más que dar una tonta excusa a mis amigas para poder verlo a solas. James era completamente diferente cuando estábamos solos, más cariñoso, más alegre, suelto, alguien totalmente diferente al jugador de fútbol confiado y engreído como se mostraba con sus amigos.
—¿Quieres que te ayude a ensayar? —se ofrece.
—¿Sabes actuar James? Digo además de actuar como un cretino a veces —me burlo, algo que se había vuelto habitual también.
—Y tú cómo una perra pero aún así te dieron el papel —dice más alegre que de costumbre y me quita mi viejo libro. Había intentado memorizar todas las líneas de Julieta pero aún sentía que sonaba como un robot al decirlas.
—Necesito tomármelo en serio James —le reclamo intentando que me devuelva el libro pero él lo esconde detrás de su espalda impidiéndome alcanzarlo.
—Y me lo estoy tomando en serio Julieta —ríe entre dientes.
—No me llames así —me quejo dándole mi peor cara.
—Bien —se acomoda en su lugar y comienza a pasar las páginas– Deberíamos ensayar el final.
—¿Te refieres a la parte en la que me muero? que raro que te encante justo esa parte —él sonríe con picardía.
—Tu siempre captando todas las indirectas de forma correcta Julie —frunce el ceño— Ahora cállate y recuéstate en el suelo.
—¿Qué? De ningún modo —me cruzo de brazos. No pensaba practicar ninguna escena con él, me sentía demasiado avergonzada por lo difícil que resultaba actuar.
—Deberías practicar hacerte la dormida.
—Es la parte más simple James.
—No, al contrario, es donde la mayoría se dan cuenta de que mal actor eres ¿Nunca controlaste si el pecho se les subía cuando pretendían estar muertos?
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Antes que te vayas
Teen FictionDespués de romper con su novio, su amiga intenta que Julie vuelva a creer en el amor y la arrastra a una cita doble con el chico del que una vez estuvo enamorada. La vida es confusa y mucho más en tu último año de secundaria, o cuando tus amigas ti...