Antes que te vayas

40. Cumpleaños

James
Noviembre

La semana siguiente consistió en Julie ignorándome pero limitándose a sonreírme y guiñarme el ojo cuando pasaba a mi lado. Me había concedido uno o dos besos. Los últimos dos dias antes de su cumpleaños simplemente no asistió a la escuela. Molly dijo que ese era el regalo que su mamá siempre le concedía pero que ella odiaba porque significaba ayudarla a preparar la tonta fiesta elegante.

Desee enviarle un mensaje pero me contuve, pase el resto de los días pensando en que regalarle. Incluso le pregunté a mi madre sobre qué regalo sería adecuado para alguien que deseara estudiar psicología, y puedo contar esa vez como la única vez en la que me había acercado a mi madre luego de mucho tiempo.

Uno de los errores que había cometido con Julie fue burlarme de sus sueños a futuro y tenía en mis planes enmendarlo. Fui incluso con Harper a comprarlo y por si mi madre no tenía idea consulte otra vez al chico que atendía la tienda.

Me sentí extraño cuando me vi al espejo con el traje negro, aún así, ajuste mi corbata alrededor de mi cuello y me di otro vistazo. La última vez que lo había usado fue en el funeral de Fran, y la anterior en el casamiento de mi madre con Samuel. Fran había manchado su camisa y la mía con vino. Mamá nos había dado una terrible mirada, luego entendí que era porque Fran había asistido a la iglesia completamente drogado. En ese momento no lo veía de ese modo, solo me parecía divertido verlo hacer tonterías. Después de ese día mamá me prohibió verlo, dijo que si él deseaba arruinar su vida podía hacerlo pero no iba a dejar que me arrastrara con él en ello, ni a mi ni a Harper. Lo único que consigo es que aprendiera a mentir, desde entonces oculte todo, nunca le decía dónde estaba, cuando veía a Fran, o si le daba dinero a escondidas o si lo dejaba quedarse conmigo en la cabaña cuando algo andaba mal como no pagarle al chico que le daba las drogas. Todo se derrumbó cuando Fran comenzó a robarle medicamentos y dinero de la farmacia.

Quito esas ideas de mi cabeza. Hoy no era un día para el melodrama y para lamentarme sobre todo lo que había ido mal. Julie era como una ola de aire fresco en mi vida y era difícil creerlo porque había pasado demasiado tiempo sintiéndome culpable por haber estado con ella la noche en que Fran más me necesitaba a su lado. No, Julie había sido lo mejor que me había pasado hace mucho tiempo, simplemente me hacía sentir vivo otra vez. Lo hacía cada vez que me regalaba una sonrisa o decía algo para incordiarme.

De todos modos me sentí tonto disfrazado en ese traje y con su regalo mal envuelto debajo de mi hombro. Un hombre abrió la puerta para mi y me indicó que el resto de los invitados estaban en la sala. Julie tenía razón con respecto a que su madre exageraba con su cumpleaños. Nada de todas esas cosas lujosas y elegantes coincidía con ella, tal vez la fuente de chocolate derretido, podía imaginarla meter el dedo allí y empacharse de él hasta ensuciar su bonito y delicado vestido.

Julie lucia un vestido blanco repleto de diminutas piedras bordadas y con varias capas en su falda hasta las rodillas, parecía simplemente sacada de un cuento de fantasía a punto de lanzarte un hechizo. Me detengo a medio camino solo observando como sonreía nerviosa a sus invitados, hombres y mujeres que le triplicaban su edad, supongo amigos de sus padres. Entonces me ve y pestañea varias veces intentando decrifrar si era una alucinaron o si era yo el que estaba parado allí en medio de la sala sin decir nada.

—¿James? —dice mi nombre a medida que avanza hacia mi— No creí que los trajes te iban ya que nunca haces caso a las normas de vestimenta.

Sonrío, adoraba verla burlase de mi.

—Tenía un motivo para hacer una excepción hoy —le sonrío y también me detengo a verla de cerca como ella había hecho— Te ves hermosa.

—Gracias, tu corbata está floja —dice y coloca apresuradamente sus manos sobre mi cuello dejando nada de espacio entre los dos y su perfume me golpea más fuerte de lo que esperaba ¿Era valido besarla aquí mismo? No, la última vez se había negado y la entendía, su papá estaba viéndonos desde lo lejos— Listo. Ahora si estás decente.