58. ¿Y si lo dejamos en acustico?

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Molly no me avasalla a preguntas cuando regreso a nuestro sector vip, aún seguía molesta por Nolan y poco le importaba saber dónde había estado. Iba tan borracha que a penas podía diferenciar a Barb de mi. Eso solo me hacía sentir más culpable por abandonarla solo para tener sexo con James.

¿Por qué todavía esperaba que él dijera algo para detenerme? Así no era James. Él no iba tras de mi. Él no decía cosas románticas ni tenía gestos de ese tipo. Yo tampoco era de las que esperaba que un chico los tuviera y aún así parecía esperarlos de James ¿Qué es lo que estaba sucediéndome?

Había dicho que fue hasta allí solo para verme. Tal vez fue solo por sexo ¿Se habría acostado con Tessa el tiempo en que estuve fuera? La última vez le bastó unas horas lejos de mi para irse detrás de ella y romperme el corazón.

Lo cierto es que no iba a poder reclamarle nada de ahora en más. Él no era mío, yo no era suya y él podía estar con quien deseara, incluso Tessa. No creo poder verlos juntos sin desear estrangularlos.

—Estas enojada —una Molly muy convaleciente me despabila de mis pensamientos a mi lado.

—No lo estoy.

—Estás apretando el volante y... —señala mi cara con su dedo tembloroso — Y los dientes...vas a rompértelos si los aprietas así.

—Yo solo...—vuelvo a verla. Tenía el maquillaje corrido y el cabello rubio un desastre, parecía llenar mi auto con el olor a cigarrillo del club. Me relajo y le sonrío— Estoy bien.

—Estas enojada por lo de Nolan —deduce y se endereza en el asiento estirando sus largas piernas en tanto acomoda su falda corta y arrugada— Yo también lo estoy. Él arruinó mi noche ¿Cómo se atreve a hacerlo? ¿Y sabes que es lo peor?

—¿Qué?

—Que lo ame —solloza haciéndome sentir más culpable— Y a él no pude importarle menos.

—¿Qué sucedió con él Molly? ¿Por qué terminaron? —demando otra vez sabiendo que era en vano.

Ella se queda viéndome con sus ojos tristes y repletos de lagrimas que no se molestaba en borrar. Luego acaricia mi mejilla y se esfuerza por darme una sonrisa.

—Tu eres mi mejor amiga y yo...—se estremece— Yo no voy a volver a hacerte daño.

—Tu no me haces daño Molly —replico pero ella me ignora.

—Si, si que lo hice —gimotea y seca sus lagrimas— Debí escucharte hace tiempo.

Dejo a Molly en su casa y la rechazo cuando me pide quedarme a dormir. Me sentía una hipócrita quedándome con ella cuando la había dejado sola para tener sexo con el amigo del chico que le rompió el corazón.

Pero...

¿Y si Bárbara tenía razón? ¿Y si me estaba perdiendo de ser feliz solo por no lastimarla? Ella había dejado en claro que no quería saber nada de Nolan y eso incluía a James por una extraña razón. No es como si James y yo fuésemos a ser novios o algo así. Yo ya había tenido novio, en meses comenzaría la universidad, me mudaría a la ciudad. No había tiempo para novios o para dramas. Pero tampoco había tiempo para no hacer lo que deseaba hacer. Y lo que deseaba era a James en mi vida.

Sin darme cuenta, había conducido hasta su casa. Apago el motor del viejo Toyota frente a la mansión de los Whitehouse o Dumont, ya no sé qué apellido usaban. No podía pensar en otra cosa que en besarlo, en lo mucho que lo extrañé en las vacaciones. Me rompía el corazón pensar en estar lejos otra vez. No cuando sabía que iba a verlo todos los días hasta que terminara el curso. Lo deseaba desde que me había besado en casa de Maddy, e incluso puede que desde antes. Y él también lo hacía ¿Por qué iba a dejarlo pasar?

Antes que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora