11. La fiesta de Malcom

706 28 0
                                    

Molly me envió un mensaje en cuanto acabo el partido diciendo lo bien que les había ido a los chicos y que Nolan había estado increíble igual que James. Eso significaba que la fiesta en casa de Malcom sería bastante alegre, aunque les daba igual la excusa para emborracharse.

Fui a casa de Barb a la tarde para planear que ponernos y dejar que ella haga su magia con el maquillaje. No era que no se me diera bien pero hoy quería hacerme un delineado y tal vez pintar mis labios y era algo que no podía hacer sin mi mano derecha.

Después de vestirnos y de responder correctamente al interrogatorio de la mamá de Barb, y de que se calmara en cuanto mencionó que James estaría allí y que volvería con él, pedimos un Uber para ir a casa de Malcom. Molly ya estaría allí ya que iría con Nolan directo desde el partido.

–Te ves increíble hoy –me dice mientras íbamos en el auto y puedo notar en la forma con la que me miraba que había más intenciones que solo un halago.

Miro mi atuendo, una falda corta de cuero negro que se cernía en mis caderas y un body de encaje. Si, tal vez me había esforzado un poco esta noche.

–Si no te ve es un imbecil —musita con una leve sonrisa en sus labios.

–¿A quién te refieres? –pregunto algo nerviosa y mi lengua se traba al hablar.

–Julie –me da una sonrisa juguetona enarcando sus cejas– Puede que seamos amiga hace solo un par de años pero jamás en todo ese tiempo te vi esforzarte tanto en vestirte así para una salida.

–Solo quería verme bien –me cruzo de brazos y miro hacia el frente como si eso bastara para no verme sospechosa.

–Ok, yo solo fingiré que te creo –se ríe a mi lado dejándose caer sobre el asiento.

Cuando llegamos a la casa fuimos directo en búsqueda de Molly, ella también lucia preciosa esta noche pero a diferencia de Barb y yo que habíamos optado por ropa más atrevida y oscura, ella permanecía fiel a su estilo bohemio con una falda de terciopelo marrón de botones adelante y un top negro. A su lado estaba Nolan con un pequeño corte en su mentón. Se suponía que iba a ser un partido amistoso pero ellos se lo tomaban todo en serio y eran demasiado competitivos.

A mi me importaba poco el fútbol o cualquier actividad del colegio pero entendía porque era tan importante para ellos, era el único de la última temporada, la mayoría eran amigos desde siempre y en cuanto terminara el año todo eso se disolvería. Ya no habría prácticas semanales, juegos los fines de semana o fiestas como las de Malcom con excelentes excusas para beber hasta perder la conciencia.

Aún faltaban algunos jugadores, o en específico el jugador que yo estaba esperando que llegara, el que me había preguntado si iría. No quería hacerme muchas ilusiones, tal vez le había preguntado a todo el mundo y solo quería asegurarse de que todos fueran a la fiesta, y en lo absoluto lo había hecho para saber si yo iba, para asegurarse de que estaría allí. No, eso era imposible. Pero hace tiempo también había dicho que nunca me veía en las fiestas y los partidos. No tenía que hacerme tantas ilusiones.

Cuando James llega tengo que contener mi suspiro de emoción apretando un poco más fuerte el vaso con cerveza que tenía en mi mano. Un grupo de chicos corean su nombre y lo rodean dándose abrazos y golpes extraños que nunca entendería. Al parecer él les había dado el gol de la victoria.

Y en ese instante mientras todos esos musculosos chicos lo rodeaban y coreaban el nombre de la escuela, la mirada de James se encuentra con la mía. Baja lentamente sobre mi atuendo hasta llegar a mis piernas, escudriñando cada parte de mi haciéndome sentir desnuda y luego vuelve rápido a mis ojos como queriendo comprobar si era yo realmente. Necesito darle un sorbo a mi cerveza solo para apaciguar los nervios.

Antes que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora