24. Favores y confesiones

704 29 3
                                    

En la sala Nate, Malcom y Nolan ya estaban acomodados en el sofá con los pies sobre la mesa. Malcom debió llegar después de mi.

–Permiso –digo con más mal humor del que creía y empujo la pierna de Nolan con las mías para que las quitara de la mesita donde debía ir la comida.

–Hola Julie –me saluda Malcom con una gran sonrisa y me quedo viéndolo por un segundo mientras dejo las cosas sobre la mesa.

–Si...hola –digo rápidamente y me doy vuelta para volver a la cocina, era mejor estar con Molly que con el grupo de idiotas.

Choco de frente con el duro torso de James que estaba detrás de mí porque al parecer me había perseguido hasta la sala. Inconscientemente busco sus ojos, hoy eran más verdes que marrones, tal como me fascinaban y tengo que recordarme que lo odio. Lo odio profundamente.

–Lo lamento –consigo formular aún aturdida por el contacto.

James respira profundo, intentando mantener la calma y cuando creo que quizás estaba furioso conmigo por decidir no hablarle, sus ojos verdes se dirigen a mis labios con deseo y me muevo automáticamente para dejarlo pasar. Necesitaba estar lejos de él o iba a volverme loca.

Ayudo a Molly con la pizza únicamente porque eso me daba tiempo lejos de James que  ahora estaba sentado en el sillón individual a un costado de los demás.

La televisión ya estaba encendida y el partido había comenzado cuando Molly y yo dejamos la pizza sobre la mesita y ella toma lugar junto a su novio.

No había otro sitio donde sentarme, prácticamente Molly estaba sentada encima de Nolan mientras éste se quejaba de que su cabello no le dejaría ver nada del partido.

Me siento en el reposabrazos y acomodo mi falda un poco mientras le doy un bocado a mi piezas, necesitaba ingerir algo después de tantos nervios.

–Julie ven aquí –me distrae Nate dando un golpecito a su lado en el sillón– No puedes sentarte allí para ver el partido.

–Estoy bien –le aseguro.

–A ver ¡muévete! –le da un empujo a Malcom para que quede algo de espacio a su lado en la otra esquina del sofá– Vamos, ven que ya va a empezar.

Antes de que comience y todos me abucheen por pasar enfrente de la televisión camino hacia el lugar que Nate había hecho para mi. Siento la mirada de James sobre mi todo el tiempo que tardo en tomar el lugar o incluso cuando me acomodo intentando que nada de mi toque a Nate.

–Gracias –le digo en cuanto me siento y estiro mi falda que se había levantado un poco.

Los ojos de Nate van directo a ese punto de piel desnuda en mis muslos y puedo deducir cual era su interés en tanta cortesía que jamás había tenido para conmigo.

El partido inicia y ya comienzo a aburrirme.

Vas a venir?
Me estoy aburriendo sin ti Barb

Mis ojos se dirigían desde la televisión con el tonto partido hasta James que miraba el partido con una mano apoyada sobre su  mentón como si lo único en lo que pensara era en cómo esos jugadores se pasaban el balón. Pero no lo hacía, sus ojos a veces volvían a mi, tratando de asegurarse de algo y cuando lo pillaba viéndome fingía bostezar y volvía a la televisión.

Los dedos de Nate rozan mi muslo pero pretendo no darme cuenta hasta que su mano se apoya abruptamente sobre mi rodilla. No me mira ni una sola vez pero estábamos realmente cerca ya que no había espacio en el sofá, hombro contra hombro y su mano sujeta a mi rodilla como si yo le perteneciera.

Antes que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora