Antes que te vayas

53. La obra de Shakespeare

El murmullo que había tras las cortinas del escenario acallaba a penas mis nervios. Debo agregar que el ir y venir de mis compañeros y los gritos de nuestra profesora de teatro tampoco ayudaba.

Me había atrevido a mirar a través de las cortinas, mis padres y Michelle en segunda fila y detrás de ellos pero un poco más lejos James, Barbara y en medio Harper ¿Había traído a su hermana a ver mi obra?

—¿Nerviosa? —doy un salto asustada y me encuentro con la sonrisa de dientes blancos de Connor—Lo siento.

—No, está bien —él aún debía recordar lo de no aparecerse y tocarme de la nada. Había sido tan comprensivo conmigo todo este tiempo— Tengo miedo de estropearlo ¿Me odiaras y dejarás de ser mi amigo si lo hago?

Él ríe aún más fuerte y me sujeta del brazo alejándome de la cortina divisoria con el público.

—Yo te metí en esto asique si algo sale mal, tu deberías ser la que me odie y desee patearme el culo —bromea mientras me empuja hacia un rincón y luego saca una petaca de su campera y la extiende hacia mi— Bebe. Calmará tus nervios.

Lo miro sorprendida. Connor era la última persona que pensé que podría darme alcohol dos minutos antes de comenzar la función.

—¿Qué es? —pregunto tarde. Ya había dado el sorbo cuando siento el ardor en mi garganta y hasta mis ojos ardían.

—Aguardiente —responde.

—¿Es una broma Connor? —lo golpeo en el pecho y le entrego la petaca— ¿Y de donde lo sacaste? ¿Te imaginas que la mamá de Tessa lo encuentre?

—Tranquila, la profesora no se va a enterar —me asegura— Es solo para relajarnos.

—O para que no pueda ni pronunciar una sola línea —me rio nerviosa.

—Nos irá bien. Te lo prometo —Connor me abraza y no puedo más que dejarme rodear en sus brazos. Era un buen amigo.

Y fue así. Los primeros minutos sentí que vomitaría en el escenario pero me obligué a mirar a Connor todo el tiempo y todo parecía mejorar. Las luces también ayudado a que casi no viera ni a los espectadores, no me animaba a ver a James y recordar nuestras prácticas tontas en la biblioteca o todo lo que había ocurrido después.

—Me encantó —dice mamá en cuanto salgo, casi todo era un alboroto y tenía que hacerme lugar entre el mar de padres queriendo saludar a sus hijos— No sabía que cantarían y eso.

—Si, las chicas hicieron un gran trabajo —le sonrío y dejo que me abrace.

—¿Qué dices Michelle? —digo en cuanto mamá me suelta—¿Qué tan mal lo hice?

—No diste tanto asco —se encoge de hombros— Y tu compañero está bastante bueno.

—Ey eres menor de edad —Barb aparece detrás y la jala hacia ella batiéndole el pelo, algo que Michelle odia y trata de alejarse de ella.

—Eres tan molesta —se queja.

—Te pasa por tocar al chico de Barb —bromeo y me gano la peor cara de mi amiga.

Papá también me abraza y me da flores, algo que siempre había hecho en las presentaciones de Michelle. Se siente raro estar en su lugar ahora. Luego aparece James y Harper, se saludaron todos cordialmente pero aún sentía la mirada juzgadora de papá como diciendo "él no es Seth ni lo será".

—Se supone que debía darte flores ¿no? —dice James y puedo escuchar el resoplido de mi papá, deseando internamente que James no sea consciente de él.