31. Arruinarlo todo

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Octubre
James

—¿No crees que James estuvo fantástico cariño? —ella sonríe pretendiendo que todo esta bien.

—Por supuesto —responde Tessa y toca mi brazo lo que me incomoda aun más.

—Ya para madre —digo fastidiado odiaba cuando quería actuar como si fuésemos una familia feliz, odiaba su actitud desesperada.

—James —Tessa tira de mi brazo otra vez y agradezco que me distraiga de la incomoda conversación con mi madre— ¿Iras a la fiesta ahora?

—No, yo...—busco a mi alrededor la respuesta y la encuentro, al otro lado de la calle junto a un viejo Chevy, tan típico del idiota de Connor conducir un auto así, iba perfecto con su ropa sacada de una peli de los ochenta.

No me molestaba que se vistiera así, o que condujera ese auto, Connor me importaba un carajo, lo que me molestaba era que su mano esté rodeando la cintura de Julie mientras ella llevaba puesto mi buzo. Él la tocaba mientras ella tenía mi buzo porque supuestamente iba a alentarme pero pasaba el rato con otro tipo, dejaba que la tocara y se iba a no sé dónde con ese otro tipo. Julie podría irse a la mismísima mierda, de ahora en más iba a importarme un carajo lo que hiciera.

—Cambie de opinión —me concentro solo en Tessa— Iré.

—Creí que iríamos a celebrar —casi me olvido de que mi madre estaba allí.

—¿Y desde cuando hacemos esas cosas? —digo furioso y por primera vez no con ella.

—¡James! —la voz de Samuel sale tan fuerte y severa que hace que Harper de un respingón asustada pero ya no tenía efecto en mi. Tendría que esforzarse más.

—Déjalo —mi madre coloca una mano sobre su pecho para evitar la pelea, o mejor dicho evitar que yo gritara frente a todos. No iba a hacer eso, nadie tenía que enterarse nuestros problemas, y con Tessa y su gran bocota iba a ser un problema. Lo que menos necesitaba eran más personas metiéndose en mi vida.

Las fiestas de Malcom siempre terminaban iguales, casi todos drogándose o vomitando en algún sitio. Yo fui directo al vodka, necesitaba empezar alto si quería soportar esta noche.

Aguarde a que Julie llegara, me quede cerca de la puerta principal y mire cada una de las malditas veces en que esta se abría y alguien entraba. Ninguna de esas veces fue ella. Y seguí bebiendo.

Molly ya estaba aquí, de modo que no vendría, ella no se separaba de Julie jamás. Tendría que haberlo supuesto antes.

Tessa bailaba con sus amigas en una falda de cuero negro demasiado corta para los movimientos que hacía. Era hermosa, tenía la facilidad de hacerme sentir importante frente a los demás con solo verme con sus ojos azules pero luego no sentía nada, solo el vacío golpeando otra vez.

—¿Quieres ir a casa? —me pego a su cuerpo mientras ella se contornea y su falda se mueve un poco. La sonrisa de Tessa me da la respuesta. Nunca había dicho que no, ni una sola vez. Ella no esperaba nada de mi y yo nada de ella. Las cosas no podían ser más claras entre los dos, y eso me servía en este momento.

Conduzco a casa cuando no tendría que haberlo hecho después de tomar tanto. Las luces están apagadas y lo agradezco porque no podría lidiar con otra conversación con mi madre. La cabaña era mi lugar de seguridad y ella había aprendido hace tiempo a no meterse allí. O a no meterse en lo absoluto en mi vida.

Antes que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora