⚠️LEER DESCRIPCIÓN⚠️
«Mi caída será por ti, pero mi amor estará contigo»
Han pasado tres mil años desde que la guerra finalizó, aquella guerra que deseé que no hubiera existido, tal vez las cosas hubieran sido diferentes, ¿o tal vez no?
Soy Alyssa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Esto se ve horrible, apuesto que para crear este laberinto absorbieron el pueblo entero. —Comentó Hawk.
—¿Dónde estarán los habitantes? —Se Preguntó Elizabeth.
—¿Por qué no dejan de seguirme? qué fastidio. —Quejó Diana.
—¡Oye no te seguimos! ¡tú vas en la misma dirección que nosotros! —Reclamó el cerdito.
—¿Acaso ves algún camino que podamos tomar aparte de este? —Preguntó Alyssa sarcásticamente.
—Entonces pasen primero por favor. —Se apartó.
—Ay muchas gracias. —Agradeció el cerdito y avanzaron, pero en ese instante se abrió el suelo en un agujero haciendo que Hawk, Alyssa y Elizabeth cayeran, la diosa abrió sus alas y agarró a Elizabeth y Hawk, pero todos fueron salvados por la mano de la gigante.
—Gracias Diana. —Agradeció Elizabeth aliviada.
—Miren el fondo del pozo, deben ser las personas que vivían aquí. —Comentó Hawk.
—Ahí está la respuesta a la pregunta de Elizabeth, son unos asquerosos estos tipos. —Comentó Alyssa regresando al suelo y desapareciendo sus alas, luego Diana bajó a Elizabeth y Hawk.
—Solo los salvé porque pasó frente a mis ojos, pero no volverá a pasar. —Aclaró la gigante.
—¡Miren! ¡hay tantas moras de este lado! —Exclamó Hawk tomando un camino a la derecha.
—¿Es en serio? —Preguntó Elizabeth.
—¡Quiero comerlas todas! ¡se ven deliciosas!
—¿En serio encontraste comida? —Preguntó Diana.
—¡Hay muchas más acá! —Diana se aguantó las ganas de comer y se levantó.
—Nos vemos. —Dijo para empezar a alejarse.
—¿A dónde vas? ¿no quieres moras? —Preguntó Alyssa, pero ella no contestó— Pues ya qué, Elizabeth, guarda unas para ella en caso de que nos la encontremos, no aguantará mucho sin comer. —Dijo acercándose a comer algunas.
No pasó mucho tiempo para escuchar a Diana pedir ayuda, por supuesto Elizabeth y Alyssa corrieron a auxiliarla, al darse cuenta de lo que sucede ambas se adentraron en un pequeño pantano para quitar las sanguijuelas que se pegaron a las piernas de Diana.
