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«Mi caída será por ti, pero mi amor estará contigo»
Han pasado tres mil años desde que la guerra finalizó, aquella guerra que deseé que no hubiera existido, tal vez las cosas hubieran sido diferentes, ¿o tal vez no?
Soy Alyssa...
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Regresé al Inframundo avergonzado, pero no paraba de pensar en la actitud de Alyssa, no parecía falsa, incluso después de que la ataqué, era extraño.
Me encerré en mi cuarto a pensar, y fue cuando tomé la decisión de regresar a la montaña el día siguiente, por primera vez consideré el pensamiento que tenía Meliodas sobre ella.
"¿Lo ves? ella es realmente buena."
No la veía por ninguna parte, pero asumiendo que es "su lugar" llegaría en cualquier momento, quería ver si de verdad es tan bondadosa como decía Meliodas, pero a la vez quería irme, sentí que era demasiado humillante regresar después de como me encontró.
Y entonces, escuché su voz detrás de mí.
—Oh hola, regresaste, ¿vas a adueñarte de esta montaña? —Dijo bromeando y yo solo suspiré volteandola a ver— ¿Ya estás mejor a comparación de ayer?
—¿Por qué te interesa tanto cómo me siento? es decir, te ataque ayer, pensé que me asesinarías de inmediato por ello.
—Solo estabas a la defensiva, ¿no? —Seguía sonriéndome— No te veías bien ayer, por eso me preocupé, no es muy común ver a alguien además de mi por aquí, y menos a un demonio, así que asumí que algo malo debió pasar.
—Exacto, porque soy un demonio precisamente no entiendo tu preocupación.
—Eso no me interesa, hada, humano, gigante o demonio me hubiera preocupado igual. —Estaba impresionado por su sinceridad— Me ofrecí a escucharte pero tú no querías y te fuiste.
—No me fío del todo de tu amabilidad.
—Lo entiendo, aunque no tienes por qué, de hecho ayer le conté a Meliodas que te ví.
—¿Estuviste con mi hermano?
—Sí, somos amigos, me explicó todo, dijo que se sentía mal por lo sucedido y que sabía que estabas enojado con él, desde ahí pensé en ayudarte si te volvía a ver. —Quedé en silencio por unos segundos.
Supuse que no era mala idea contar con ella y desahogarme, tal vez estaba muy desesperado, pero considerando todo lo que ha pasado y lo solo que me sentía recibir su apoyo a lo mejor me haría bien, pensé que me arrepentiría, pero no fue así.
—Solo estoy frustrado, mi padre no parece querer ver lo buen heredero al trono que soy y solo se ha dedicado a Meliodas ignorandome, y luego él abandonandome, dándome la espalda, lo admiraba y lo quería tanto que cuando me hizo eso sentí una punzada en el corazón que aún duele. —Ella colocó su mano en mi hombro y podía sentir su calidez recorriendo todo mi cuerpo.
