єlízαвєth, lα príncєsα

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єspєcíαl

La nobleza y la amabilidad son cualidades que se me han atribuido a lo largo de mi vida, incluso en situaciones tensas, esa soy yo, Elizabeth, miembro de la raza de las diosas, más específicamente, hija de la Deidad Suprema, aunque no solía hablar...

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La nobleza y la amabilidad son cualidades que se me han atribuido a lo largo de mi vida, incluso en situaciones tensas, esa soy yo, Elizabeth, miembro de la raza de las diosas, más específicamente, hija de la Deidad Suprema, aunque no solía hablar mucho de eso.

Durante mi vida como diosa establecí conexiones valiosas con mi raza, pero había algo en particular que me molestaba de mi madre, siempre me decía que como princesa de las diosas mi deber era guiarlos hacia la victoria contra la raza demoníaca, y por un tiempo la obedecí, tanto que comencé a ser conocida como "Elizabeth la sangrienta".

Por supuesto, esta idea debía ser impulsada para todas las diosas, no solo por mí, así que quienes se encargaban de difundir esta ideología eran los arcángeles, Azazel, Ludociel, Sariel, Tarmiel y Mael, los guerreros equivalentes a los diez mandamientos en la raza demoníaca, lo más alto en jerarquía después de mi madre y yo.

Pero, esta mentalidad no duró mucho inculcada en mí, me di cuenta de que asesinar a demonios simplemente porque sí era aburrido, habían algunos que ni siquiera hacían algo que pudiera considerarse amenaza, solo merodeaban o solo se quedaban quietos, ahí entendí que no valía la pena gastar energía en este tipo de cosas.

Y así fue, como siendo tan joven me hice consciente y no quise seguir replicando más violencia, los arcángeles por supuesto no me entendían, pero eso no significa que perdieran respeto por mi o algo por el estilo, sencillamente seguían su trabajo por su cuenta. Además, gracias a mi cercanía con ellos, conocí a una chica igual que yo.

Cabello negro, lacio y medianamente largo, ojos grisáceos y una expresión ruda, esa era Alyssa, hermana menor del en ese entonces líder de los arcángeles, Azazel, a simple vista parecía una chica aislada, era de pocas palabras, al menos hasta ese entonces.

El día que mi madre anunció a los arcángeles, fue cuando la conocí.

—Majestad, ella es mi hermana menor Alyssa. —Pronunció Azazel con una leve sonrisa mientras se apartaba un poco para dejar que la viera— Anda Lisa, saluda a la princesa.

Ella dió un paso adelante con algo de timidez y reverenció ante mí.

—Es un honor, princesa Elizabeth. —Dijo con voz suave, yo sonreí enternecida.

—El gusto es mío señorita Alyssa, puedes decirme Elizabeth. —Le dije con amabilidad.

—Oh... ¿De verdad? —Dijo levemente sorprendida, yo asentí.

—Claro, no es necesaria tanta formalidad.

—Está bien, puedes decirme Alyssa también. —Sonrió más confiada, al igual que yo.

—Estoy seguro de que se llevarán bien, ahora que tengo un cargo algo atareado Lisa estará sola, y lamentablemente no es muy sociable con las demás diosas. —Explicó Azazel y yo asentí.

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⏰ Última actualización: Nov 26 ⏰

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ᴄᴀᴏs ᴅɪᴠɪɴᴏ: εl rεgrεѕo dε υn aмor ғanтaѕмa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora