dєcísíσnєs dífícílєs

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➳013.

En Camelot mientras Estarossa se recuperaba comenzó a tener un sueño en el que él se encontraba acostado en una montaña, sin embargo, él era consciente de que estaba soñando

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En Camelot mientras Estarossa se recuperaba comenzó a tener un sueño en el que él se encontraba acostado en una montaña, sin embargo, él era consciente de que estaba soñando.

¿En dónde estoy? ¿qué estoy haciendo aquí? —Hablaba la voz de su consciencia mientras Estarossa admiraba el cielo.

—Sí, créeme que te entiendo pequeño Estarossa, sé lo que es tener un amor no correspondido. —La voz de una mujer habló inesperadamente.

¿Qué? ¿quién habla? —Se sentó y volteó a ver a su lado quedando impresionado— ¿Alyssa?

—Sin embargo está de sobra decir que nadie te quiere, porque entonces yo sería ese nadie. —Se sentó también sonriendole genuinamente mientras Estarossa no dejaba de mirarla impresionado— De cierto modo eso nos hace tener algo en común ¿no crees? ambos estamos enamorados de personas que están juntas, yo de Meliodas, y tú de Elizabeth.

Aquella última frase hizo que se despertara de golpe y se sentara en la cámara de regeneración totalmente confundido.

—Vaya, la princesa al fin despertó eh. —Una mujer de aspecto infantil con voz chillona, dentadura afilada y cabello azul le habló haciendo que el peligris se sobresaltara.

—Ah, solo eres tú Peronia. —Le dijo fríamente.

—Ya basta señor Estarossa, no creo merecer un trato tan cruel de tu parte, después de todo yo te he estado cuidando todo este tiempo. —Quejó infantilmente.

—¿Cuidarme? ¿o quieres decir experimentar? —Cuestionó cruzándose de brazos.

—Quiere decir que yo te cuidé hermano. —Azazel entró al cuarto con sus manos entre los bolsillos de su abrigo.

—¡¿Alyssa?! —Se alertó al verlo de reojo haciendo que el pelirrojo riera.

—¡Señor Azazel! —Llamó Peronia.

—Deja de robarte el crédito Peronia. —Le dijo burlón llegando a la cámara— ¿Y tú qué? ¿estás seguro de que te recuperaste? pareces estar mal de la vista.

—No, solo que eres muy parecido a ella, discúlpame, acabo de despertar.

—Se nota, es lógico que nos parezcamos pero no exageres, hubiera sido aún más divertido si tuviera mi cabello negro y más largo como hace más de tres mil años, pensarías que soy su gemela. —Comentó divertido.

—Ya, deja de burlarte.

—Ay que malo eres señor Azazel, yo también te ayudé. —Quejó de nuevo— Se ve saludable de nuevo ¿verdad? que bonito que bonito. —Comentó coqueta.

—Agh, ¿qué ves que te hace decir eso? —Respondió fríamente.

—¡Amargado! —Exclamó algo apenada.

ᴄᴀᴏs ᴅɪᴠɪɴᴏ: εl rεgrεѕo dε υn aмor ғanтaѕмa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora