⚠️LEER DESCRIPCIÓN⚠️
«Mi caída será por ti, pero mi amor estará contigo»
Han pasado tres mil años desde que la guerra finalizó, aquella guerra que deseé que no hubiera existido, tal vez las cosas hubieran sido diferentes, ¿o tal vez no?
Soy Alyssa...
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Soy el tipo de persona que no gusta de hablar mucho de si misma, principe Zeldris, hijo del rey demonio, hermano menor de Meliodas y mandamiento de la piedad, es lo que más puedo resumir de mí.
Fui criado técnicamente por Cusack, sí, mi padre es el rey demonio, pero siempre se mostró desinteresado en cuanto a ejercer su paternidad conmigo, a veces pensaba que ni siquiera recordaba mi existencia cuando solo se presentaba para hablar de mi hermano.
A pesar de eso yo buscaba su aprobación, resaltar, demostrarle que yo también soy bastante fuerte aspirando a ser su sucesor, comencé a entrenar desde muy joven con el apoyo de Meliodas quien me animaba siempre.
Me mantuve motivado, hasta que en cada rincón del reino demoniaco se decía que el rey había escogido a su sucesor, ¿y quién creen que era? mi hermano por supuesto, yo mismo comprobé los rumores yendo a ver a mi padre.
Sin embargo traté de no rendirme y seguí con mi entrenamiento, Meliodas sabía que el favoritismo de nuestro padre se hacía cada más notorio a tal punto que nos veían como "Meliodas y su otro hijo", era frustrante lo sé, pero mi hermano no le importaba ello y antes me ayudaba a hacerme notar.
Pero conforme pasaron los años me acostumbré a la preferencia de mi padre sobre Meliodas, entendí que aunque fuera el demonio más fuerte el rey lo preferiría a él, así que decidí dejar de darle importancia y vivir plenamente, evitando que eso afectara mi relación con mi hermano.
Luego a mi padre se le ocurrió crear una orden especial de demonios, "los diez mandamientos", diez demonios de alto rango recibirían una parte del poder del rey transformado en maldiciones, como era de esperarse Meliodas estaría allí, y aún mejor, como su líder, yo en un principio no fui escogido, hasta que el mandamiento de la piedad murió y yo tomé su lugar.
Debo admitir que fue una buena idea, salí de la rutina y empecé a socializar más con mis nuevos compañeros, era muy respetado y admirado, sentí que por fin tuve el reconocimiento que me merecía desde hace mucho tiempo, sin embargo algo que notabamos todos los mandamientos es que Meliodas era bastante desinteresado al hecho de ser el siguiente rey demonio.
He vivido muchas cosas con los mandamientos después de su surgimiento, tanto normales como extrañas, pero lo más extraño fue haberme hecho amigo de un arcángel, ¿cómo? no lo sé, sucedió.
flαshвαck
Decidí conocer los alrededores del reino demoniaco, incluso me fui más lejos, estaba tranquilo, un poco de aire no me vendría mal y más en una montaña tan alta como esa, pero me di cuenta que era un grave error, ahí estaba él, el líder de los arcángeles.
