➳cuαrtα pαrtє.

1.4K 179 35
                                    

lα vєrdαd nuncα fuє un hєchízσ

Ban, después de tantos años dentro del purgatorio se había convertido en una bestia oscura que atacaba a otras de allí, había perdido la razón, pero después de un tiempo comenzó a recordar los días en los que había conocido a Elaine, permitiéndole...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ban, después de tantos años dentro del purgatorio se había convertido en una bestia oscura que atacaba a otras de allí, había perdido la razón, pero después de un tiempo comenzó a recordar los días en los que había conocido a Elaine, permitiéndole regresar a su verdadero yo.

Estaba cansado, su cabello y barba crecieron demasiado, aunque se había acostumbrado al ambiente funesto de aquel lugar lo había frustrado no encontrar a su capitán.

Por otra parte, Ludociel y su equipo habían llegado a las afueras del castillo de Camelot, donde había una gran esfera de oscuridad cubriéndola, indicando que Meliodas se encontraba en proceso de absorción de los mandamientos.

Ludociel los encerró a todos en un diamante para poder entrar mejor a aquella esfera, mientras entraba le echó un vistazo a sus compañeros de batalla, la hija de Belialuin, el arrogante Escanor portador de la gracias de su hermano menor, Gilthunder y Hendrickson como guardianes tanto de él como de Margaret, su recipiente.

En sus pensamientos llegó a considerar la posibilidad de usar a Hendrickson como recipiente debido a la devoción que este mostraba hacia él, pero regresó su concentración a la batalla, dando una conclusión.

—Una vez que entremos no hay vuelta atrás, o acabamos con Meliodas, o él acaba con nosotros, no hay de otra. —Expresó duramente.

—¿Qué? no puede ser... —Dijo Gilthunder algo perturbado.

—No, hay otra opción. —Merlín llamó la atención de todos— Regresar a Meliodas a lo que era.

El arcángel quedó en silencio mientras cada vez se acercaban más al centro de la oscuridad, cuando llegaron deshizo el hechizo dejándolos a todos en el suelo, contemplando un capullo blanco con un símbolo en rojo.

—Parece que estaban esperándonos. —Comentó Ludociel.

Zeldris, Cusack y Chandler se encontraban justo en frente del equipo observandolos con serenidad.

—Creí que nuestro momento nunca llegaría. —Habló Chandler.

—Por eso abrí este campo. —Respondió Cusack.

Ambos demonios comenzaron a transformarse, sus cuerpos se hicieron más grandes y con más musculatura, alas de murciélago, dentadura afilada, sus pieles se volvieron violetas adornadas con marcas oscuras, sus ojos negros totalmente y solo poseían pupilas claras, sin duda estaban mostrando su peor imagen de si mismos.

—¿Y ellos quiénes son? —Preguntó Gilthunder.

—Son demonios antiguos, Chandler y Cusack, con sus grandes habilidades actúan como los maestros de Meliodas y Zeldris, como siempre han estado en el reino demoníaco jamás han estado en el escenario central de la guerra santa, así que no sabemos mucho de sus habilidades en combate. —Explicó la hechicera.

ᴄᴀᴏs ᴅɪᴠɪɴᴏ: εl rεgrεѕo dε υn aмor ғanтaѕмa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora