⚠️LEER DESCRIPCIÓN⚠️
«Mi caída será por ti, pero mi amor estará contigo»
Han pasado tres mil años desde que la guerra finalizó, aquella guerra que deseé que no hubiera existido, tal vez las cosas hubieran sido diferentes, ¿o tal vez no?
Soy Alyssa...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Britannia, el hogar de diversas razas, humanos, hadas, gigantes, vampiros, diosas y demonios, quitando la rivalidad de estos dos últimos esta podría llamarse la tierra de la armonía, o al menos en ese entonces.
En la cima de la montaña yacía una diosa quien observaba con admiración aquel paisaje verde que se encontraba frente a ella, la brisa que encontraba refrescante hacía ondear su larga cabellera. No era extraño verla allí, puesto a que disfrutaba demasiado estar fuera del reino celestial y disfrutar del ambiente terrestre, aunque su líder no estaba muy de acuerdo con esto.
El paisaje era acompañado con las risas de los niños humanos al jugar, esto relajaba a la diosa, quién consideraba que era mejor que escuchar alardear a los arcángeles de su gran poder y autoridad, más que todo lo hacía Ludociel, el líder de estos.
«¿Cómo Nerobasta se fijó en él?», pensó.
—Con que aquí estabas, Alyssa. —Una voz tierna y suave captó la atención de la diosa quién volteó a verla.
—¡Elizabeth! estaba pensando en buscarte pero me has encontrado primero. —Alyssa rió levemente y Elizabeth también.
La albina se sentó al lado de Alyssa lista para hablar.
—Tengo algo que contarte que he estado pensando tanto estos últimos días.
La pelinegra se detuvo por unos minutos a observar a Elizabeth lo cual notó su expresión seria.
—¿Pasó algo Eli? —Preguntó con preocupación.
—No... como tal no, no es como lo piensas. —Rió nerviosamente— Es solo qué... uhm... creo que estoy comenzando a enamorarme de un chico.
—¿Enamorarte?
—Así es... y está mal...
—Bueno es un sentimiento irracional pero no malo hasta dónde yo sé, ¿pero por qué dices que está mal?
—Porque el chico es un demonio. —Bajó la mirada avergonzada.
—¿Un demonio? pero ellos generalmente te molestan, ¿cómo es que te gustó uno? —Aclaró su garganta— Bueno eso no importa ahora, ¿podría saber quién es?
—Es... Meliodas...
Alyssa vió con asombro a Elizabeth quién estaba cabizbaja, estaba asimilando todo, puesto a que la revelación la tomó muy por sorpresa.
—Meliodas... el mandamiento del amor ¿verdad? ah ese tipo, mayormente conocido por matar a las de nuestro clan por placer, bueno... no sé que decir Eli, ¿y si llega a hacerte daño?
—No, no lo hará, él me conoce y hemos hablado mucho.
—Espera... ¿quieres decir que ya se conocen y él no te hizo nada? ¿hablamos del mismo Meliodas?
