Antes de darme cuenta mi sangre había manchado el gran "teclado". Adolorida, me senté en la silla que había allí. Suspiré amargamente, con los ojos adoloridos. A duras penas me levanté, y salí de la cabina de Radio. Todo estaba mal.
Pude ver el amanecer en primera fila. Aunque por como realmente era, parecía más el atardecer. Y de él, un helicóptero se acercaba, escoltado de otros dos. Me arrodillé, ya sin fuerzas para seguir. Entonces, fui la privilegiada en ver lo sucedido. Algo impactó con ellos. Dos fueron derribados, mientras el otro, con más control, logró aterrizar en la arena del desierto.
Tosí sangre. La bala me había hecho más daño del que pensé. No estaba muerta, pero pronto lo estaría.
Lentamente me incorporé, y volví a entrar a la sala de radio. Me acerqué al panel, y dije por todo el Hotel de Solaris lo que había sucedido.
"A todos los supervivientes... Los tres helicópteros de rescate... Fueron derribados— nuevamente tosí sangre. Me dolía enormemente el estómago. Mi voz no podía sonar más débil— algo...- nuevamente tuve otro ataque de tos, pero más grave y más prolongado— algo... Los derribo antes de llegar... Espero qué todos salgamos vivos, independientemente de su bando"
Lamentablemente, nadie pudo escuchar mi mensaje. Los gruñidos procedentes de la entrada de la azotea impidieron el acto.
.......
La explosión de la granada me segó. Podía escuchar disparos cerca, y yo respondía disparando hacia donde creía que estaban. Bala tras bala, hasta que ya no hubo más. Y entonces, silencio.
Cuando finalmente recuperé mi visión, seguía en la armería. Estaba en el suelo, intacta. El único problema es que Penny estaba muerta en el suelo a causa de un disparo en la cabeza. Mortis no estaba, y a mi alrededor no había nada ni nadie. Algo hizo click dentro de mi cabeza cuando noté que la puerta seguía cerrada.
Del armario militar emergió el vampiro, con heridas de bala en el pecho. Herido, cayó a mi lado. Pero en su rostro, o mejor dicho en sus ojos, pude ver preocupación. Por mínima que sea, tenía preocupación por lo sucedido.
O por lo que yo vi que sucedió. Mi visión se oscureció momentáneamente. Todo estaba oscuro en su totalidad. No podía ver ni mis manos, y no podía sentir ni pensar con claridad.
Al recuperar mi visión, nuevamente algo hizo click en mi cabeza.
Penny estaba en el suelo, pero no muerta. Un guardia le apuntaba en la cabeza con su arma.
Mortis estaba rodeado. Él no hacía nada, pero igualmente le apuntaban.
Yo en cambio, pude ver la puerta metálica llena de las marcas de bala, marcas hechas por mi.
Finalmente, dos de los guardias que nos habían seguido me apuntaron en silencio. Supongo que o me habían reconocido, o estaban confusos por lo sucedido. En una fila y con las manos en la nuca, salimos de la Armería, hacía alguna parte del Hotel, probablemente el calabozo. Entonces, escuché de nuevo al bastardo.
Sanguine: ¡Y la cacería a terminado! Los ganadores son los miembros de la Legio Lumina, la nueva esperanza de Los Malditos del 33, liderados por la joven promesa Nyxia De Valefort. Por favor, vayan al Último piso para cobrar su recompensa. ¡Pero antes! Diviertanse con los prisioneros— esto último lo dijo con malicia—
Pude notar como los guardias sonreían, mientras la joven De Valefort se acercaba a nosotros triunfal. Entonces, ella me golpeó en la cabeza, y todo se volvió oscuro.