Tras varias horas caminando, llegamos a White Forest. Eran unos suburbios muy similares a los del primer poblado que recorrimos, solo que con más zombies y menos humanos. Nuevamente, Tal y yo caminábamos en medio de la calle, disparándole a todo lo hostil. Bueno, él.
A pesar de no haber dormido nada, me sentía muy bien físicamente. Sentía que la brisa y el sol de la mañana sanaban mis pensamientos y me daban energías para seguir, hasta que lo ví.
Un hombre con traje totalmente formal, pero de color amarillo. También tenía un sombrero del mismo color, y una mascara facial completa de un verde intenso.
Le apunté y le disparé, pero era extremadamente ágil, y esquivó el proyectil de escopeta con una facilidad envidiable. Luego él, en lugar de arremeter contra nosotros, corrió en dirección contraría. Estaba huyendo.
Beatriz: ¿No tenía armas?
Tallahassee: Tenía una pistola de mano guardada en el traje— no sé si su seriedad o que sepa eso da más angustia— huyó para advertir a los demás sobre nuestra presencia.
Me pidió que recargara mi arma, y lo hice casi al instante. No estaba segura de que era una buena idea, pero seguimos caminando por la dirección en la que aquel hombre corrió, la única diferencia es que nosotros íbamos lento pero seguro. A diferencia de Ravenholm, este lugar tenía casas y edificios abandonados, muy abandonados, al punto de que saquear los lugares es en vano. Y a diferencia del primer poblado, las edificaciones no era muy modernas, pero tampoco muy antiguas ni rudimentarias.
De vuelta a la historia, aquel ente era extremadamente rápido y si queríamos alcanzarlo también debíamos correr también. Pero por alguna razón, Tal se limitaba a caminar. Mientras más avanzábamos, más trapos, ropas y maderos se encontraban por la enorme carretera, en un caos digno de la máscara.
A pesar de ser de día, me daba mala espina todo el desastre que hace poco no había. Especialmente porque, a simple vista, aquél hombre parecía trabajar para Mr.P, o tal vez solamente sea mi paranoia. Otra vez, escuché disparos a lo lejos, o más bien, no muy lejos, pero en la misma carretera en la que estoy.
No se si fue una advertencia, o un intento de asesinarme, pero estoy un treinta porciento segura de que fue un hombre de la persona que me está cazando. Los disparos no solo aumentaron, sino que también se escuchaban más cerca. Esta vez, Tal me detuvo con su brazo para escuchar mejor los disparos, y hacer una hipótesis imprecisa sobre dónde están o está el tirador.
Para ser sincera, no se si los robots están por aquí, pero tengo la teoría de que fueron "trabajan" para ese sicario.
Le pregunté a mi compañero si en Ravenholm había visto algún robot, y en caso de que sí, también si es hostil.
Tallahassee: No había robots. Debiste de alucinar eso.
Aquí hay dos opciones: o miente, o en verdad nunca los vio. Esto lo sé porque él dijo que aquella mujer le había salvado, y yo me le encontré, y un robot se la llevó. Evidentemente sí están. Supongo que es la segunda. Él ya me ha mentido antes, el mayor ejemplo es sobre el tiempo que estuve inconciente, me desmayé a finales de Octubre, y desperté a principios de Diciembre, ¿Por qué Tallahassee dijo que estuve dos meses inconciente, si solo fue un mes?