Segunda Colisión

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Al notar que ver morir a sus compañeros era su único propósito, los cuatro cónsules restantes decidieron que lo mejor era dejar de vigilar exhaustivamente la muralla, relegando a solo ocho vigías, dos en cada entrada. El enemigo no iba a atacar. Iba a dejar que la situación desmoralize nuestras fuerzas. Y lo habían logrado.

Muchos habían pensado en desertar después del desastroso ataque. Y me querían incluir en esa rebelión junto a Penny. Pero no es lo que Vivien quería.

No es lo que hubiera querido.

Aún con la intención, no podían abandonar la ciudadela. Una vez hecho oficial el bloqueo, nadie podía entrar ni salir. De esta forma, ellos pensaban que podían destruir la línea de suministros de la República, al esta depender enormemente de los Corredores Nocturnos y los Renegados, los primeros como mensajeros y protectores mientras que los segundos como los exportadores de bienes a nivel local. Siendo los Renegados la mayor potencia económica y agricultural de la ciudad, únicamente superados por el poder sociopolítico y militar de la Corporación Génesis...

Escipión estaba sumamente dolida. Aunque ni lo pareciese ni lo aparentaba, la muerte de uno de sus hombres más cercanos le había afectado.

Avoine: Lo bueno es que nadie puede desertar.

Kat: Y cuando realicen su asedio seremos masacrados.

Lo fulminó con una mirada llena de ira y odio.

Frigata: Tenemos que hacer algo antes de que pues, suceda.

Avoine: ¿Buscar a los Renegados?

Amber: No. Como van las cosas, no querrán unirse. A menos que la guerra esté a nuestro favor, no se unirán.

Kat: Creo que él se refería a los condenados suministros.

Señaló al miembro de la casi extinta Gunslighters.

Janet: ¿Quieren organizar una salida nocturna? ¿Ahora mismo? Me parece perfecto.

Penny: Antes de que se fortifiquen más todavía y nos hagan puré. También me suena perfecto.

Ambas hablaban con sarcasmo, cosa que les hizo ganar un regaño de sus Cónsules.

Camaleón: Nuestra mejor opción para un escape era juntar mis fuerzas junto a las de Vivien— habló serio. A diferencia de Ábalos, su forma de manifiestar su pesar seguía oculta. Se mantenía tan serio y silencioso como la primera vez que lo ví

Avoine: Troy, es una buena idea. Tristemente no la podremos hacer funcionar...

Katherine: ¿Y por qué? ¿Por qué no podremos poner en marcha el plan del tal Troy? ¿¡Por qué!?

Golpeó la mesa, y abandonó la habitación.

Amber: ¿A favor?— exceptuando Penny y Janet, los presentes se vieron de acuerdo a la decisión. Ante su ausencia, el voto de Ábalos se tomó en contra— bueno, que Dios nos acompañe.

Camaleón: El gran problema de esto es que si nos descubren, estaremos perdidos. Podremos escapar, pero necesitamos que alguien nos cubra. El mejor para ello hubiera sido WildWolf...

Amber: Entonces deberíamos de dividir y vencer. Kat se centra en distancia, y Frigata en posiciones defensivas. De ser necesario, podríamos juntar ambas fuerzas para evitar ser diezmados.

Beatriz: Para ti planeas toda la protección posible, pero a Vivien la dejaste a su suerte...

Se ahogó con un nudo en la garganta. Repentinamente su voz pasó a ser sumamente melancólica.

La Plaga De La LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora