Éste capítulo es totalmente descartable. No pasa gran cosa, solo inicia el viaje de forma mediocre y prácticamente todos los seres vivos del pueblo fueron erradicados. Si quieren, no lean este capítulo y pasen al siguiente, total haré un breve resumen de lo que pasó en el anterior. Ergo, este es el peor capitulo de todos, y lo más interesante que pasa es una introducción a una lista de reglas.
Si quieren leer, es bajo su propio riesgo, pero no tengan las expectativas muy altas...
"ese día fue mi primer paso a la locura inminente"
Escuchaba que alguien decía mi nombre desde atrás de la puerta. Por un momento pensé en abrir, pero lo que sea que esté afuera no era lo que en su momento fue. Ya no podía confiar en mí misma. Mis ojos, mi oído, siquiera mi tacto. Ahora necesitaba que alguien me dijera que es real y que no.
.....
El armario se abrió. Vi que tres garras completamente negras salieron de allí. Por alguna razón, no podía hablar, ni moverme, o siquiera respirar bien. Mis dolores de estómago aumentaron de golpe. Me dolía como si lo del sueño hubiera pasado. Lentamente, algo estaba saliendo del clóset.
No sé porque, pero ya sabía que no sobreviviría. Cerré los ojos, y pensé en el sacrificio de Bibi. No estoy segura de si murió, pero se que no la volveré ver...
De pronto, la puerta principal se abrió. Del susto, no se porque, pero está vez si grité. La puerta del armario se cerró de golpe. La persona que abrió la puerta era evidentemente la otra persona con la que he convivido aparentemente en los últimos dos meses.
????: Es mejor que ya te prepares.
Al parecer, tenía otro síntoma: rápidos cambios de humor, respiración e incluso ritmo cardíaco. Es como si en verdad hubiera un bebé dentro de mí y una bestia lo arrancará de mi como en el sueño. Pensar en eso me repugna y destruye por dentro.
Beatriz: O-ok
Cada vez mi nerviosismo era mucho mayor. Mi miedo era aún mayor. Era como si los doce años de madurez que tuve nunca existieron y todavía sea una niñita de ocho años que depende en gran medida de su mejor amiga, mentora y símbolo de inspiración: Maxine. Me levanté.
Aquel señor no se quedó para verme sufrir en mi mente y se fue. Y, gracias a la oscuridad y a su vestimenta, él me recordaba a la criatura de la pesadilla. El cabello negro y todo el aura de oscuridad que emanaba de él eran suficiente para que me quede a pensar el resto del día.
Rápidamente y con la paranoia de que aquel ente del armario me esté observando me cambié de prendas. Ahora tenía el traje que aquél señor me entregó, y eso que no sé si, o ya la tenía, él la confecciono o buscó aquellas prendas en alguna ciudad. Era pues, simplemente una falda negra y larga, unas panties negras del mismo color y bastante larga, una franela amarilla y un collar de abeja.