Tercera Colisión

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La misión fue un éxito. Funcionó tanto para subir la moral del desastre anterior, como para evitar otra posible insurgencia. Los alimentos y bebidas fueron racionados, pero la cantidad dada por individuo era generosa, principalmente por la escasa cantidad de personas disponibles.

Tras ver que había sucedido, la Corporación Génesis envió finalmente las unidades necesarias para evitar que nadie más huyera. Y así, la entrada Oeste quedaba permanentemente cerrada. El punto débil que nos había permitido nuestra gran derrota y único triunfo, destacaba por estar bloqueada.

Penny: Felicidades por ganar Bea. Brindo por ti.

Hizo un pequeño brindis con Edgar en mi honor, y ambos bebieron el vino.

Beatriz: Me cuesta creer que aún conserves tu licor.

Penny: Te prometí que cuando salgamos de tu enfermedad te llevaría conmigo a morir hundidas en ron. ¿O ya lo olvidaste?

Rió un poco por su propio chiste.

Aún siendo temprano, no había sol. Solo un espacio nublado.

Edgar: ¿Alguna novedad de tu amigo Max?

Penny: Amiga***

Beatriz: Sí... Su casco, estaba en la sala del infierno. Destruido...

Penny: ¿Pero eso no estaba bloqueado?

Beatriz: Lo sé, pero Kat también lo vio. Fue real, lo juro.

Penny: No tienes los ojos blancos, por lo que te voy a creer :)

A los pocos segundos ambos individuos acabaron con la botella.

Penny: En fin, eres la proconsul o lo que eso sea. Debes ir con tus amigos estrategas. No es como si nuestras vidas dependieran de ustedes ni nada por el estilo.

Edgar: Tú también eres procónsul.

Penny:... No bueno

Aún estando en un temprano amanecer, pequeños pero existentes capullos aparecían en las esquinas de las viviendas.

El laboratorio estaba vacío de estos.

Rosa: Felicidades por su triunfo. Ahora tenemos otra misión, exactamente igual que la anterior, pero hacia otro lugar. Y para buscar otras cosas.

Amber: ¿Alguno de ustedes fue miembro de los Malditos del 33?

Que hubiera sido precisamente ella quien formulars la pregunta era tan perturbador como reprochable.

Kat: ¿Otra vez quieres gastar a tu gente con un asedio inútil? ¿No te parece suficiente el que pronto tendremos?

Avoine: Ella tiene razón. Amber digo. Si queremos resistir el asedio que viene, necesitamos tres cosas: armas del infierno, gente del infierno y ganas. No tenemos ninguna.

Penny: ¿De que nos va a servir la actitud cuando nos vuelvan puré?

Amber: Pero sí tendremos armas del infierno.

Beatriz: Solo tú realmente tienes un arma "del infierno". Y en lugar de usarla, desperdicias tu tiempo aquí.

Bajó la cabeza. No hacía falta decir más.

Janet: ¿Entonces vamos a repetir lo mismo de antes?

Camaleón: Pero de día.

Janet: ¿De día? Claro, para ver al tío que te desnuque. Dios, pensaba que eras más inteligente.

La Plaga De La LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora