"Libre, pero no sola. Ellos me habían elegido como 'su líder', porque había sido yo quién los había liberado. Me juraron eterna lealtad, y fueron ellos quienes me ayudaron a llegar donde llegué.
Y mi primera orden apenas descubrir lo que Byron había hecho, fue simplemente un asentimiento de cabeza: mis Soldados de Exigencia sabían que hacer"
"Ese fue tu mayor error Bea. Jamás pudiste remediar tu enorme estupidez"
Tenía razón. La segunda peor decisión que había tomado desde que había llegado a Carson City fue lo que sucedió durante la Sexta Colisión.
La primera fue hacer el pacto.
"Me recuerdas a mí. Pero no me conoces. Nunca lo has hecho"
Por la forma de expresarse parecía Byron, pero no era su voz. Era otra persona. Una mujer.
Era La Regente sin el modulador. Sonaba triste, arrepentida.
Como si no hubiera disfrutado con la gran división que causó en mí.
Como si no la hubiera matado...
No, Max ya estaba muerta.
Libres, pero no solos. Ella fue proclamada 'líder' porque fue quien nos liberó. Algunos le juraron eterna lealtad, porque gracias a ella estaban donde estaban.
Y su primera orden apenas descubrir lo que Byron había hecho fue simplemente un asentimiento. Sus generales sabían que hacer.
Penny: Algunos han aprovechado la oportunidad y se han ido. Deberíamos hacerlo también.
No respondí. No hacía falta.
Edgar: Bien, ¿Cuando nos vamos?— aún para haber sido dejado fuera de combate, se veía como si no le hubiera pasado nada hace unas horas—
Penny: Kat nos pidió ir con nosotros. Ve a decirle Bea, tú sigues siendo su segunda al mando. Ahora que es 'La Regente' de la República, no creo que le guste mucho dejar su puesto.
Éramos menos de treinta personas. A este punto, era inútil seguir luchando. Nos habíamos convertido en aquello que Ábalos, Mason y Vivien trataban de evitar: ser proscritos.
Nada más ser coronada, el primer movimiento de Kat fue buscar un refugio dónde pasar el exilio. Siendo el sitio electo el Búnker de los Corredores Nocturnos.
Y ahora ella gobernaba desde 'El Infierno'.
Kat: Hola Bea. ¿Como te sientes?
Preguntó con preocupación. No alterada. No leve. Sencillamente, quería saber cómo estaba.
No respondí.
Kat: Bea, probablemente ya lo sepas, pero perdimos. Desde antes de que tomaran la ciudadela. Cuando estuve cautiva por meses dentro del Búnker Alfa supe que jamás estaría a salvo. Y ahora tener que liderar una resistencia... Dios, yo solo quería vivir en paz con mi familia y amigos. ¡Era más feliz en el búnker Alfa!— gritó de forma emotiva— lo tenía todo, y no me había percatado. Vivía cerrada en salir, y muy tarde me di cuenta de que hubiera sido más fácil quedarse dentro del agujero del conejo...
Beatriz: Quieres irte, ¿No es así?
Kat: Irme no. Relegar mi poder. Que alguien más haga lo que yo no puedo. Y lo que yo no quiero. Por segunda vez soy una proscrita. Pero esta vez estoy sola...