Solo 6 Días

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"El dolor de sus muertes. De mis muertes. De mi dolor. Porque yo lo había hecho. Por favor, díganle al mundo que he sobrevivido.

No, que ella ha sobrevivido.

Porque yo no lo hice. Me estaba quebrando. Yo he sobrevivido a todo, y mi momento nunca llegó. Pero había que hacerlo. En este pozo infinito de soledad ante el fracaso de mi plan.

¿Quien me salvaría ahora?"









































"Vaya, es una forma de quitarle la diversión"

No quería escucharlo. Estaba demasiado dolida para hacerlo. No podía. No quería.

Tantos que habían muerto...

"Como digas Bea. Que conste que te lo advertí. Es mejor tenerme a mí que estar sola en tu locura"

"Si hubiera estado sola, nada habría pasado..."

"Lo sé Bea. Lo sé porque tú lo sabes. Honestamente, te estoy esperando del otro lado del velo. Yo, todos. Nita, Bibi, Max, Mortis, Amber, Colette, Rosa, Kat... Te tenemos un pequeño hueco para ti. Todos los que te hemos llegado a apreciar. Eres especial Bea. No lo olvides cuando cruces la barrera"

Y desapareció.

Lo llamé.

Lo volví a llamar.

Pero no vino.

No vino nadie.

Finalmente, estaba sola.

Finalmente, podía esperar mi dulce desenlace.

































No estaba Arzon. Tampoco Cross. Alguien las había movido. O estaban vivas.

No importa.

Ya nada importa.

Max sombría. Amber satisfecha.

Estaba hecho.

Ahora sólo quedaba La Regente.

Solo quedaba el monstruo que lo hizo todo.

Mi corazón latía. Era un sonido débil mientras salíamos de Tierra de Nadie. Poco a poco estaba oscureciendo. Ya era de noche.

Orquídea preguntó, pero nadie respondió.

¿Donde estaba Prímula? ¿Que pasó con Leonor?

Una pregunta trampa.

Ella redujo a Amber.

Janet y Marcy intentaron inmovilizar a Max. Pero ella era más rápida. 

Más fuerte.

Como si fuera un zombie.

Arzon en el suelo, inconsciente.

Cross a su lado. Desangrándose.

No, no podía quedar así.

Ya no podía más.

Demasiadas cosas.

Cuando Marcy se acercó a mí, fue amable. No fue ruda. No fue dura. Comprendía que yo era una buena amiga de Kat.

Goodspeed y Escipión bajo la influencia final de la Plaga de la Locura.

Porque ya no había más.

Ya lo habíamos dado todo. No teníamos más. No éramos más.

Estaba perdida. Estaba sola.

La Plaga De La LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora