Quinta Colisión

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No sé por qué mentí. Sí estoy loca. Pero no a él, sino a mí misma. Desde que Rosa me condenó mi mente se ha deteriorado. Y como las alucinaciones habían desaparecido tiempo atrás, no sabía cómo reaccionar. Pensaba que había superado esa etapa. Que pronto volvería a la normalidad.

Pero no hay normalidad. Toda esta locura no fue casualidad. Él lo había creado. Él nos había maldito...

Lo sé porque Byron lo sabe.

Byron: Ríndete Milán. Si lo haces puede que el Locutor deje vivir a tus amigos. Pero no, tu egoísmo te hace ciega. Y tu muerte hará ciego al mundo.

No tenía peso. Mi vida era insignificante para la ciudad...

Lo sé porque Byron lo sabe.

Beatriz: Juro que te voy a matar Byron. No me importa cuanto tarde y quiénes mueran, juro que acabaré contigo por lo que le hiciste al mundo.

Ábalos y Reiner compartieron una mirada de preocupación.

Byron: Como quieras. Has sido tú, no yo.

Repetidas veces golpeé la radio contra el suelo. Llena de furia y odio. Aún en estado de deterioro, seguía emitiendo una canción. Star Planged Banner de Jimmy Hendrix. Canción que tantas veces había escuchado.

Penny: Bea, creo que es mejor que te calmes...

Me abrazó, al tiempo que Kat me quitaba lo que quedaba de radio.

Aún funcionaba.

No importaba. Frigata dio la voz de alarma. Finalmente. El día. The Day. D-day. Un juego de palabras para un día importante. ¿Por qué si esperabamos con ansias este momento me encontraba tan desmoralizada? Supe desde antes del Asedio al 33 que La Regente haría todo lo posible para borrarme del mapa. No, desde antes de llegar a Carson City. No, desde antes de separarme de Mortis y Colette. ¡No, desde antes de destruir el hotel de Solaris! ¡Desde antes de entrar al Búnker Alfa! ¡Desde antes de que Piper muriera! ¡De que Mr.P lo revelara! ¡De haber entrado al primer hotel del mafioso!

Lo sabía desde antes de que él matara a Nita.

Siempre supe que pasaría. Ese pensamiento paranoico, producto de la desconfianza y el miedo. Tenía sentido. ¿Como pude ser tan ciega? Era obvio lo que estaba pasando. La Regente había maquinado desde las sombras para lograr su objetivo, y había usado a muchos para ello...

Lo sé porque Byron lo sabe.

Janet: ¡Bea!— me gritó, desde bastante lejos

Me detuve al escuchar su voz. El Locutor, acompañado de toda su guardia personal (incluyendo a Frank Horrigan) estaba en frente. Salvo este último y el propio líder, ninguno tenía armas.

En cambio, el monstruo tenía a Escipión. Agachada, sumisa y golpeada.

Sanguine: Si capturas al líder—

Penny: ¡Jefa!

Su interrupción al principio causó cierto enojo en él, pero tras verla detenidamente junto a su pareja, sonrió.

Sanguine: ¡La prisionera de nuestro primer poblado! ¿Te acuerdas de mí? ¡Yo soy el que te obligó a escuchar música cristiana por diez horas seguidas!— hablaba exageradamente animado, como si no estuviera chantajeando a un colectivo— ¿Cómo has estado en mi ausencia?

Penny: Lo normal puto psicópata. Encontré amigos, senté cabeza, me uní a un grupo de idiotas que pensaban que podían ganarle a los malditos Estados Unidos. Lo normal mi querido desgraciado.

La Plaga De La LocuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora