"Amber fue un gran apoyo.... Nos hacía reír cuando hacía falta... Nos curaba las heridas cuando era necesario.... Y nos distraía de todo lo que pasaba en el exterior con sus historias fantásticas de ella y Mortis"
Anoté todo eso después de recordar lo que sucedió ese día: habíamos encontrado una pista de Leon. Le estábamos siguiendo la pista. Ahora, más que nunca, estaba feliz de encontrar un amigo, aunque ese amigo sea un desgraciado. Colette estaba entusiasmada de verle, y Mortis.... Desinteresado. Alguien gruñó detrás de la puerta. Terminé mi descanso y seguí con mis memorias:.....
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Le dije a Colette que corra, y no quiso. Ella se acercó a Amber y la ayudó a arrastrar a Mortis. Mientras tanto, Primo salió de la choza en llamas. Vi a los ojos a las dos féminas, y supe perfectamente que hacer: distraer al monstruo.
Me acerqué a Primo y le disparé con el Magnum la pocas balas que me quedaban. Solo dos impactos. Inmediatamente hice que las balas explotaran antes de que el Primo me aplaste. No le hicieron casi nada.
Por lo menos, ellas ya habían llevado al vampiro lo suficientemente lejos. Le tiré una piedra al coloso y huí. Él me seguía enfurecido. Perdí de vista a Colette y Amber. Solo corría por el bosque, en un intento de escapar del Titán. De pronto, encontré un lago. Estaba casi congelado.
Sin pensarlo dos veces, salté al lago. El coloso me dejó en paz, por alguna razón. Tengo que estudiar el comportamiento de estas bestias.
Al salir del lago, sentí mi mochila y ropa húmedas. Me senté en la nieve, y me quedé mirando por donde se fue. Automáticamente pensé que simplemente rodearia el lago, por lo que huí a toda prisa. Luego de unos minutos caminando, vi la llama del bastón de Amber.
Caminé más tranquila hacia ellas. Estaba a salvo, por ahora. Cuando pasé al lado de un pino sin hojas, algo cambió. El bosque se tornó como si fuese el infierno. Había llamas en todos lados, en la madera de los árboles habían runas y símbolos extraños. La cara de Amber era tétrica. Se le deformó, y su belleza natural pasó a ser una mescla de orificios oscuros sin orden. Mientras que la de Colette, simplemente no se le veían los ojos, pero tenía una sonrisa de oreja a oreja, una sonrisa maligna.
"Colette": Vamos Bea, sabes bien lo que pasará. Ella te traicionará. Es mejor que los mates ahora. Nosotros no somos los malos, solo intentamos ayudarte. No nos juzgues sin saber nuestras intenciones. Te amamos Beatriz. Era nuestra Diosa, por eso te protegemos. Has lo que te decimos, y sobrevivirás...
En un pestañeo, todo volvió a la normalidad. Llegué junto a Amber, y me pidió que la ayudara con Mortis.
Las tres llevamos al vampiro a un tronco. Lo recostamos contra el árbol, y esperamos a que despierte....
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Pasaron seis días. Mortis despertó fue al quinto día. En esos seis días solo huimos del Primo. En varias ocasiones nos asesinaba, pero el bastón de Amber nos había salvado en todas esas ocasiones.
