Tras desayunar Harry ya no volvió a su dormitorio, se fue directo a sus clases donde Malfoy lo esperaba con una mirada preocupada.
Harry le sonrió y negó con la cabeza tratando de decirle con ese gesto que todo se encontraba bien.
Pero todo no se encontraba tan bien, los días pasaban y Harry sentía un extraño ardor en su cicatriz, no habían tratado de invadir su mente pero eso no le quitaba la sensación incomoda.
Los días continuaron su marcha sin pausa cuando finalmente llegaron los exámenes, Harry ayudo a Neville y Ron a estudiar lo mejor que pudo, pero la mala memoria de Neville era realmente otra cosa.
A parte de los exámenes escritos también tuvieron exámenes prácticos, el examen del profesor Flitwick – ha Harry le pareció realmente divertido – era hacer bailar claque a una piña; muy ocurrente.
Su examen con la profesora Mcgonagall fue algo más complejo, sabía que a la profesora le gustaban los detalles, entonces cuando trasformo a su ratón en una caja de rape procuro agregare una gran cantidad de detalles en la superficie.
Escucho poco después que la caja de Neville había terminado con bigotes y su amigo se sintió avergonzado.
El examen de pociones con su profesor fue el peor para su nervioso amigo, a Harry le era difícil ver a su profesor con esa actitud pero el tiempo le había permitido acostumbrarse, era osco y desagradable con todos; y mientras daban su examen se quedaba pegado a ti viendo cada uno de los ingredientes que cortabas y como los agregabas a la poción.
Lo bueno fue que el caldero de Neville no estallo, lo malo que la poción que se supone debía provocar que olvidaras cosas tenía un efecto demasiado sutil.
Termino sus exámenes escritos completamente confiado en sus respuestas.
Su castigo había terminado hace un largo tiempo por lo que aunque había repasado sus lecciones para los exámenes en este momento se encontraba aprendiendo como ejecutar diversos hechizos y pociones para alumnos de tercero.
Fue una tarde tras los exámenes, mientras se encontraba sentado frente al lago negro con Ron y Neville, podía notar a los gemelos Weasley y uno de sus amigos, del que Harry siempre olvidaba el nombre, molestando al calamar gigante.
- No me siento bien – dijo a sus amigos.
- ¿aun te duele? – ambos ya sabían que la cicatriz en su frente le provocaba dolores constantes.
- Estos días no se ha detenido, fue realmente difícil concentrarse para los exámenes. Me preocupa la piedra – sabía que Voldemort estaba en el colegio, la aparición en el bosque prohibido y su constante malestar no dejaban lugar a dudas.
- No creo que nadie logre atravesar a Fluffy – Ron se encogió de hombros – no lo he visto, pero la descripción fue suficiente para ponerme los pelos de punta, la única persona capaz de controlar ese perro es Hagrid ¿recuerdas?, nos dijo como.
Harry sintió como la sangre en sus venas se detenía. Era verdad, Hagrid ya les había dicho hace bastante tiempo como pasar sobre el perro; y si se los había dicho a ellos en un accidente tal vez también se lo dijo...
Se paró de un salto y comenzó a correr hacia el bosque, tenía que cerciorarse.
- Hagrid, ¿Cómo era el que te regalo el huevo de dragón? – la pregunta en cuanto llego a su casa.
- No le vi la cara, traía una capucha –
- ¿de que hablaron?
- De nada, jugábamos cartas y me pregunto a que me dedicaba, le dije que era guarda bosques y cuidaba criaturas mágicas, entonces aposto el huevo de dragón, solo me pregunto su podría con él, no quería dejarlo en cualquier lugar
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Padre
FanfictionUna decisión cambiaría el futuro de todos, Severus toma esta decisión, fue realmente duro al principio, pero con el tiempo sabrá que fue la mejor decisión de su vida.