Padre

86. El señor de la muerte

Harry miro a su padre y su padrino con ojos divertidos, no era posible que le estuvieran diciendo la verdad, era solo una broma seguro.

Pero los minutos pasaban y ninguno de los dos desmentía la broma.

- ¿es un juego? – su corazón comenzó a latir con fuerza mientras su cuerpo comenzaba a temblar.

Su padre negó con la cabeza, confirmando que realmente había desaparecido tras el velo todo un año. Un fuerte zumbido comenzó a escucharse en sus oídos y finalmente noto el rostro demacrado de su padre, no estaba como lo había visto en la mañana, porque no lo había visto esta mañana... para todos ellos había sido...

De solo pensarlo el zumbido en sus oídos se detuvo y miro a su padre antes de arrojarse con fuerza sobre él, cayeron al suelo y Harry se aferró con fuerza a sus túnicas, de solo imaginar el sufrimiento que le provoco a su amado padre, las lágrimas, el dolor, la desesperación...

- Lo siento... lo siento... - balbuceaba sin parar.

Severus entendió el malestar de su hijo y le dio suaves palmaditas en la espalda con una mano, mientras con la otra le acariciaba el cabello con suavidad.

- Está bien – le susurro tratando de calmarlo – está bien Harry, ahora estas aquí.

Poco a poco Harry se controló y dejo de apretujar a su padre, Sirius espero pacientemente a que ambos se calmaran antes de instarlos a levantarse.

- Debemos volver al castillo – les recordó a ambos – Bill aún necesita tratamiento.

- Vamos – Severus ato con fuertes sogas a Greyback y luego lo levito para volver al castillo.

Habían logrado atrapar a Greyback antes de salir de las protecciones, por lo que no era necesario que corrieran, nadie podría atacarlos.

- ¿Dónde estuviste? – comenzó a cuestionar Severus - ¿Cómo volviste?

Y anqué Harry estaba desesperado por salir corriendo y encontrarse con Draco y sus amigos, tuvo que contenerse, su padre merecía explicaciones, por lo que comenzó a contarles sobre lo que había encontrado tras el velo, y confirmo la teoría de Dumbledore con respecto al fragmento de alma y la destrucción de la misma al ser atacado por el Avada Kedavra.

Severus no pudo evitar suspirar aliviado, fue una terrible tragedia que fuera golpeado por ese hechizo asesino, pero de no ser así, probablemente una parte de Voldemort aun viviría dentro de su hijo.

Lo único que Harry no les conto fue sobre la muerte, por ahora parecía demasiado irreal, y si le pedían una explicación profunda, no sabría cómo darla, pensó que sería mejor comentar sobre esto cuando se reuniera con el resto de personas a las que quería contarlo, en este caso, sus amigos, su novio (dios, rogaba profundamente que Draco aun lo considerara su novio) y el director.

A la vez que les conto sobre su experiencia tras el velo comenzó a preguntar a su padre que había pasado tras su caída.

Con mucho dolor escucho hablar a su padre sobre su propio funeral, como entrego el mapa, su escoba, su baúl y a Loki a sus amigos. Lo que realmente no lo molesto; podría conseguir otra escoba, ya había terminado de memorizar el mapa y de hecho, podría hacer otro si quisiera y se alegraba de que fuera Draco quien cuidara de sus cosas y su escarbato. Así como de que Hedwig estuviera en custodia de Ron, el campo era el mejor lugar para su lechuza.

Su padre le conto sobre los ataques de los mortifagos, los intentos que hizo con Draco para entrar a la biblioteca, el progreso de Neville gracias a su antiguo libro de pociones y como tanto Neville como Ron tomaron las clases extra con Dumbledore, como Neville consiguió el recuerdo faltante, como Ron gano de manera sobresaliente los partidos de quidditch, llegando a hace un momento, cuando Vins y Greg lograron interponerse más o menos en el camino de los mortifagos.