85. El reencuentro

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Sirius bajo con su escoba de vuelta a donde estaban Arthur, Bill y Moody.

- Es Harry – dijo sin tapujos.

- ¿estás seguro? – pregunto Arthur sosteniéndose el pecho.

- Lo es... no cabe dudad – asintió Sirius.

Arthur comenzó a sollozar, pero se escuchó la risa maniática de Bellatrix una vez más.

Sin ceremonia Moody la aturdió al igual que a los demás.

- Se dirige a Hogwarts – les dijo Sirius – debo ir con él, no es seguro, según lo que dijo ella.

- Arthur – Moody se dirigió al hombre que lloraba en silencio – quédate conmigo, tomaremos la custodia de esta escoria y esperaremos a los aurores, Harry se encargó de neutralizar a todos los que atacaban el ministerio, no deberían tardar.

- Me apareceré en Hogsmeade – levanto la copa en su mano – me llevare esto.

- Voy contigo – se adelantó Bill – necesitaran toda la ayuda que puedan.

- De acuerdo – acepto Sirius y ambos salieron con las escobas de las bóvedas.

Se desaparecieron en cuanto salieron de las protecciones y aparecieron en Hogsmeade, el miedo los helo cuando notaron que sobre el castillo ya estaba la marca tenebrosa.

- ¿Cuánto tardara Harry en llegar? – pregunto Bill

- A la velocidad a la que viene – Sirius pensó, hizo muy grande su transformación y subió sobre las nubes, debería estar viniendo más rápido que un thestral – yo diría que en 20 minutos. Pero no es hora de distraerse, están en peligro.

Bill asintió y ambos salieron corriendo en dirección al castillo.

...

Draco aterrizo en la torre de astronomía y dejo a Dumbledore con suavidad.

- Quieto – se escuchó en la puerta antes de que Draco volviera a su forma – no se mueva.

Nott había entrado y apuntaba a Dumbledore con su varita.

- No te recomiendo seguir con esto Theodore – Dumbledore trato de apaciguarlo con una suave sonrisa, mientras extendía la mano para que Draco se posara en ella.

- Que extraño – Theodore miro al ave – ¿los fénix no son rojos?

- Hay mucho que te falta aprender hijo – Dumbledore le hizo una señal a Draco para que volara lejos, pero Draco no obedeció.

- ¡Cállese! – bramo Theodore – no se mueva... yo... yo debo...

- Matarme – completo Dumbledore, Theodore lo miro con asombro y miedo, Dumbledore se limitó a sonreírle con amabilidad – no te sorprendas tanto, te faltan muchos años antes de lograr sorprenderme.

>>Detecte tus intentos desde hace demasiado tiempo, tus intentos; muy pobres debo añadir; solo lastimaron a dos de tus compañeros.

- ¡Yo no quería..! – grito, pero se contuvo – no quería lastimarlos... a ellos – susurro con dolor – no quería...

Draco alcanzo a ver el miedo y arrepentimiento en Nott.

- Creo – continuo Dumbledore – que acabas de darte cuenta de que las peleas colegiales y los intentos serios de asesinato no son lo mismo, implican dos cosas muy diferentes... y tienen consecuencias diferentes.

PadreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora