36. Preocupaciones

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Por San Valentin, veamos como llegaron Sev y Sirius a esa situación tan comprometedora. 

ʕ ノ • ᴥ • ʔ ノ - ʕ っ • ᴥ • ʔ っ


...

Ni Severus ni Sirius esperaban que Harry se presentara en el laboratorio de Severus a las cuatro de la madrugada. Menos esa noche en particular.

...

Severus se encontraba en medio de la elaboración de la poción felix felices, había sido uno de los tantos encargos que le hacían a lo largo del año. Solo le quedaba un mes para terminarla, por fin.

Preparar esta opción era tan complicado que le costaban varias noches de sueño, está etapa en particular era molesta, solo debía mantener la temperatura correcta y evitar cualquier indicio de cambio en la coloración.

Completamente agotado, salió de su laboratorio unos minutos para ir por otra taza de café, pero como su suerte siempre fue pésima se encontró con Black en la cocina en plena madrugada. El insufrible solo llevaba el pantalón del pijama, nada más.

Severus se tragó el gimoteo de protesta que estuvo por escapar de su garganta; como ya era su costumbre, incluso en sus años de colegio, lo ignoro completamente, se acercó a la estufa donde ya tenía agua hervida.

La última semana habían sido algo sin duda estresante, pasar sus días rodeado de la presencia de Black no hacía más que levantar una vez más los recuerdos y anhelos que él creía ya tenía bien enterrados.

Siempre fue de esa manera con Black, desde el mismo día en que lo vio, con aquellos ojos rebeldes y sonrisa altanera. El hombre siempre fue todo lo que el no pudo ser. Libre y desinhibido.

Suspiro internamente, esforzándose por evadir aquellos pensamientos que no lo conducían a nada, Black y el nunca compartirían ningún otro vinculo que no fuera Harry, no podía imaginar siquiera que llegaran a ser amigos.

Con los años había desarrollado esa clase de relación con Remus, pero había tomado diez largos años, no podía imaginar que el tiempo arreglara el desagrado que Black sentía cada que lo miraba.

Incluso en aquel momento de absoluto silencio en la cocina, Black aun lo miraba enfadado, diría que con desprecio, como si con solo respirar estuviera comentado la mayor de las ofensas.

Severus no era tonto, sabía bien los sentimientos que tenía hacia Black, siempre lo supo. No importaba que el resto de su generación – en general – estuvieran convencidos de que siempre estuvo enamorado de Lily. Severus sabía que no era así, el cariño que sentía hacia Lily era el que le tendría a un familiar, a una hermana, porque fue esa la manera en la que Lily siempre lo trato, como si fueran hermanos.

Con el corazón algo adolorido, por tener que enfrentar nuevamente estos sentimientos inconclusos, tomo su taza ya servida con humeante café caliente y se dirigió de vuelta a su laboratorio, no tenía caso quedarse en la cocina, cualquier cosa que le dijera a Black solo terminaría en una discusión sin sentido que no tenía ganas de sostener en plena madrugada.

- Ni una mirada – se escuchó a sus espaldas – ¿no valgo ni una mirada?

- ¿perdón? – Severus no entendía el cuestionamiento que le hacía Black.

- Eres un...

- Estoy ocupado – interrumpió Severus alejándose, no quería escuchar un insulto a su persona nada más comenzar el día.

Comenzó a caminar con paso acelerado hacia el laboratorio, abrió la puerta y estuvo a nada de cerrarla a sus espaldas cuando una mano lo detuvo.

Black abrió la puerta de golpe e ingreso junto a él en el espacio.

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