Padre

27. Por accidente

Remus no dejo ir a Harry, lo hizo sentar en la silla de su escritorio y llamo por la Red Flu a Severus.

- Espero que sea importante – salió la voz amargada de las llamas – en unos minutos empezara mi clase.

- Es Harry – no hizo falta otra palabra.

Severus y Remus cancelaros respectivamente sus clases y en menos de tres minutos Severus se encontraba atravesando las llamas verdes de la chimenea de Remus.

- Harry – se apresuró al ver al chico con los ojos aun llorosos sentado frente al enorme escritorio - ¿estás bien?

La pregunta fue como un detonante, en cuanto la escucho y tuvo a su padre cerca arrojo sus gafas a un lado y se abrazó al cuerpo de la persona que era su ancla se estabilidad. La que lo cuido a lo largo de su infancia y aun ahora, a pesar de todos sus compromisos lo podía primero.

Severus escucho el llanto de su niño, completamente destrozado, pocas y contadas las veces en las que Harry se había desecho en llanto, desde que entro en el colegio había estado pasando un poco más seguido, probablemente por todos los acontecimientos, si querido hijo no podía tener un año tranquilo en el colegio, era difícil de ver pues desde muy joven fue siempre tan maduro y responsable, ¿que podría haberlo alterado tanto para tenerlo en semejante estado?

Severus levanto la cabeza buscando a Remus, este le indico las escaleras que subían a su despacho privado y tras las que se encontraba su dormitorio. Entendiendo a lo que se refería Severus cargo el cuerpo de Harry, los años no pasaban en balde, levantar en brazos a un chico de trece años no fue sencillo. Pero Severus tenía una perfecta condición física, lo llevo por las escaleras mientras Remus recogía las gafas redondas del suelo y los seguía.

Se sentaron en el sofá largo del despacho de Remus esperando a que Harry dejara de llorar.

Cuando su profundo llanto se convirtió en un ligero gimoteo Severus lo alejo de su cuerpo para verlo a la cara, ver sus ojos fue un terrible golpe, tan parecidos a los de Lily, tan llenos de afecto que no se merecía.

- ¿Qué paso?

Harry parecía no animarse a responder, Remus se sentó tras él y le puso una mano en el hombro, pidiendo permiso, Harry sabiendo que no podría repetir aquellas palabras en voz alta asintió para que fuera su tío quien lo dijera.

- Cuando los dementores lo atacan escucha a Lily – los ojos de Severus se abrieron cada vez más a cada palabra de Remus – en sus últimos momentos, gritando y rogando por la vida de Harry frente a Voldemort.

El primer ataque de Harry con los dementores fue hace casi tres meses, pero no había dicho nada, cargando solo con semejante horror.

Severus volvió a presionarlo contra su cuerpo mordiéndose el labio, tratando de reprimir toda la furia y el dolor del momento.

Se maldijo una y mil veces por haberse unido a Voldemort, de no haberlo hecho este no se habría enterado de la profecía, no se habría ensañado con los Potter y los Longbottom, tanto Harry como Neville vivirían una vida pacifica con sus padres a su lado.

Severus se sentía basura, ¿Por qué?, ¿Por qué había hecho aquello?, claro que sabía la respuesta, por orgullo, por radia, porque no tuvo lo que quiso en su momento.

Respiro varias veces tratando de dominarse a sí mismo.

- Deben irse – sentencio enfadado – hablare con Dumbledore, los dementores no se quedaran.

- No – lo apresuro Harry – es por la seguridad de todos... Black...

La sola mención del nombre crispo nos nervios de Severus, también era culpa de Black, maldito fuera ese traidor que vendió a sus amigos.