Harry y Neville corrieron a través del pasadizo que conectaba con la joroba de la bruja tuerta, en cuanto dijeron la contraseña y la joroba se abrió Harry arrojo la capa dentro del corredor, no cabía duda de que su padre lo llamaría en cualquier momento, si fingía demencia y decía que había dejado la capa en casa no debería haber ningún problema, solo no tenía que encontrarla en su dormitorio.
Estaba pensando en arrojar el mapa del merodeador pero comenzó a escuchar pasos.
- Correo – urgió a Neville quien, con tan solo escuchar la orden salió en una carrera a toda velocidad.
Harry cerró el pasadizo y estaba por seguir a su amigo cuando lo escucho.
- Harry – era su padre, su profunda voz enfadada le provoco un temblor en todo el cuerpo – ven conmigo.
Tembloroso no pudo hacer otra cosa que seguirlo. Se dirigieron al despacho del aula donde enseñaba pociones y lo sentó frente a su escritorio.
- La señorita Granger acaba de estar aquí, me ha contado algo realmente interesante – dijo en un tono venenoso.
- A si – Harry decidió fingir demencia, no hablaría así lo mataran, si hablaba no solo se delataría, sino a todos los amigos que lo habían visto, pondría en problemas a todos.
Su padre lo miro furioso, sabía que mentía, pero si no declaraba no podía hacer nada, no tenía pruebas, solo el testimonio de Granger, que todo el colegio sabia odiaba con ganas a Harry, ¿Por qué?, porque tenía mejores notas que ella.
- Asegura que de un momento a otro, una voz fantasmal provino de la nada, se encontraba cerca de la casa de los gritos –
- Me dijeron que ese lugar tiene un fantasma muy violento – se excusó Harry.
- ¡PERO! – continúo su padre – repentinamente y de la nada apareció tu cabeza flotando fuera del lugar.
- Su deseo de verme decapitado no parece sano – se burló un poco.
- ¿Dónde estuviste todo el día? – pregunto molesto su padre.
- Con Neville, en un aula, jugando – aseguro.
Severus jamás había visto a Harry con un comportamiento tan altanero, justo en este momento, sentado frente a él con aquella mirada desafiante en los ojos. Que le cortaran la mano si no era el retrato de James Potter en toda regla.
- Vacía tus bolsillos – le ordeno.
Harry dudo un poco pero finalmente obedeció, saco varios caramelos y el mapa del merodeador; afortunadamente le había quitado el hechizo y ahora solo parecía un pergamino viejo.
- ¿de dónde salieron los dulces?
- Me los dio Ron, los compartía con Neville mientras jugábamos – aseguro.
- ¿y esto? – su padre sostuvo el mapa.
- Un recuerdo de Zonko, aún no se lo que hace – mintió.
- Revela tus secretos – ordeno su padre apuntando al pergamino.
El mapa no mostro absolutamente nada. Con el ceño fruncido presiono su varita con más fuerza sobre el mapa.
- Soy el profesos Severus Snape y te ordeno que me muestres sus secretos.
Para horror de Harry el mapa comenzó a revelar letras, solo que no estaba mostrando el mapa, eran palabras.
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Padre
Fiksi PenggemarUna decisión cambiaría el futuro de todos, Severus toma esta decisión, fue realmente duro al principio, pero con el tiempo sabrá que fue la mejor decisión de su vida.