Padre

44. Primera prueba

Este es el capitulo mas largo que escribí, espero no les resulte pesado.

...

Los días siguientes pasaron dos cosas que tenían a Harry con un sabor agrio en la boca, la primera fue la aparición de insignias de "arriba Diggory" que posteriormente cambiaban a un "Potter apesta". Cortesía de Nott y Parkinson, que Harry se hubiera enterado.

Algo que había esperado, pero pasó más tarde de lo que esperaba, probablemente la imaginación de Nott y Parkinson no era muy amplia y solo hasta ahora pensaron en una manera de molestarlo.

La segunda cosa que le agrio la vida fue el reportaje de Rita Skeeter, había salido en El Profeta, un par de días después de la comprobación de varitas.

El reportaje comenzaba con un minúsculo anuncian de Diggory, Delacour y Krum. Escribió mal los nombres de Beauxbatons y Durmstrang. Con una foto poco nítida de ellos junto a Dumbledore, Madame Maxine, Karkaroff, Bagman y Crouch.

Lo siguiente fue lo repugnante:

La humildad del joven Potter me ha impresionado más allá de las palabras, un chico de ojos preciosos y expresión amable, llena de una actitud tan tímida y melancólica.

En cuanto pregunte sobre sus padres, sus bellos ojos se llenaron de gruesas lágrimas, ante el casi nulo recuerdo que tiene de ellos. No pudo responder a mi pregunta pues la voz le temblaba y avergonzado trato de huir de la entrevista.

El corazón de esta reportera se conmovió ante tal despliegue de timidez. Aun mayor fue mi sorpresa cuando el joven Potter decidió ceder todo el protagonismo de este importante torneo a sus compañeros mayores, negándose abiertamente a salir en las tomas.

Su extraordinario talento en el quidditch, así como si excepcionales notas no solo son dignos de admiración, esta humilde reportera no tiene más que elogios y apoyo para nuestro preciado cuarto campeón, y desea de todo corazón su victoria.

Leer todo ello fue tan repugnante que Harry tuvo ganas de vomitar. Aun peor cuando todo el mundo no dejaba de echarle en cara lo de los "preciosos ojos llorosos" o su "adorable timidez".

Santo Merlín, no era tímido, simplemente odiaba estar rodeado de personas.

Draco en particular, no dejaba de reír a carcajadas cada que Harry metía la cabeza en un libro.

- ¿Cuán tímido es mi querido amigo? – murmuraba entre risas – escondido de la multitud que lo agobia.

Harry procuraba no hacer caso, no era su deseo participar en el torneo, pero no tenía escapatoria, por lo que se concentró mucho en su lectura y en los nuevos libros de hechizo que sacaba de la biblioteca.

No tenía idea de que será la primera prueba, algo peligroso sin duda, pero tenía que estar lo mejor preparado.

Por esos días llego una nota de su padrino, su padre le había contado todo con respecto al torneo y había pedido que se reunieran. A solas.

Harry podía imaginar la ira de su padre, cuando se enterara que su padrino le ocultaba sus encuentros. Estaba medio seguro de que su padre no aprobaba muchas de las acciones de su padrino, por eso casi nunca los dejaba verse a solas. Tuvo ganas de reír, de solo pensar el sermón que se llevaría su padrino.

El fin de semana los dejaron salir a Hogsmeade, Harry no tenía ganas de ir, si antes llamaba la atención por ser el niño que vivió, ahora era peor, por ser un campeón adicional de un torneo para el que no tenía edad.

Draco hablo mucho con él, lo presiono para que salieran.

- Has estado encerrado mucho tiempo – insistió – debes salir a despejarte.