Padre

50. Pensadero

Quien creería que llegaríamos hasta el capitulo 50, y estaríamos a nada de terminar el cuarto libro. 

Y... quisiera traerles buenas noticias, pero no creo que lo sean tanto. Quedan cinco capítulos, a parte de este, para terminar este volumen, desde el libro cinco las cosas comenzaran a cambiar, aun seguiré con la trama básica, pero hay un punto donde nada sera lo mismo. El tiempo me pisa, pues no tengo bien escrito toda la trama siguiente, pero esperemos que logre progresar, porque si no me tendré que ver forzada a pausar la novela hasta tener los siguientes dos libros resueltos. 

Deseenme suerte, y les agradezco mucho a todos los que sigues este Fic y dejan sus ingeniosos comentarios (que me alegran los días) y sus estrellitas que me indican que les gusta lo que escribo. 

....

Ambos chicos se apresuraron al lado de Crouch y lo giraron en el suelo para que quedara boca arriba.

- Dumbledore – hablo – debo hablar con Dumbledore.

- ¿No es uno de los jueces? – pregunto Krum – ¿del ministerrrio?

- Señor Crouch – lo llamo Harry - ¿se encuentra bien?

Sus ojos desorbitados se volvieron a nublar.

- Pronto llegaran Weatherby. Mi es posa y mi hijo, debo ir a la opera con Fudge y su señora, manda los documentos a mi casa.

- ¿Qué le pasa?

- No tengo idea, pero será mejor buscar a alguien, quédate con él, buscare a Dumbledore.

Harry estaba por irse, pero Crouch lo sostuvo del brazo con fuerza.

- Avisa a Dumbledore – sus ojos volvieron a la vida, pero desorbitados – debo advertir a Dumbledore.

- Buscare a Dumbledore – aseguro Harry – lo encontrare, suélteme.

- ¡No me... dejes! – susurro – me escape, tengo que avisar... ha sido culpa mía, Bertha, muerta... mi hijo, es mi culpa, el señor de las tinieblas, más fuerte... Harry Potter.

Mientras balbuceaba sus ojos volvieron a nublarse y soltó a Harry.

- ¡Está loco! – exclamo Krum.

- Debo ir a buscar a Dumbledore – apresuro – quédate con él.

- Está bien – acepto Krum

Harry salió corriendo en dirección al castillo. Corrió con todo lo que le dieron las piernas y los pulmones, esquivando a todos los que se le atravesaban.

Llego a la oficina de Dumbledore tan de prisa que se sorprendió de sí mismo, pero sus pulmones le quemaban.

- Ca... caramelo... de... limón – jadeo.

Pero la puerta no se abrió, habían cambiado la contraseña, ¿cómo podría hablar con el director?

- ¡Ábrete! – le grito a la puerta, esta no le hizo caso, así no servían las puertas en este colegio.

Golpeo la pared con frustración, para su sorpresa, está realmente se abrió.

- Potter – el tono osco de su padre.

- Papá – le hablo – Crouch, el... está en el bosque, lo deje con Krum, quiere ver a Dumbledore.

- ¿Barty Crouch?