1/10 📨 Amor entre cartas 📨

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Antes que nada, ¿alguien recuerda "Cartas y Dulces"? Bueno, esto sera algo similar.

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Era una fría mañana de Noviembre. El cielo estaba nublado y el clima helado hacia que las personas no quisieran salir de sus casas, solo para poder disfrutar de una taza de chocolate frente a la chimenea, acompañado de algun ser querido, familiares o macostas. Compartiendo anécdotas y recuerdos.

Claro que, ese no era el caso de Daniela Calle, quien se encontraba entrando a su cafetería favorita. Saludo amablemente al portero y se dirigió a una de las mesas del fondo, cerca de una ventana. Su lugar de siempre. Desde ahí podía ver como la nieve empezaba a vestir las calles con finas capaz blancas. Diciembre no tardaba en llegar y con el, los típicos copos de nieve.

Una expresión de sorpresa y confusión se formo en su rostro, al ver un sobre rojo en la silla donde siempre se sentaba, aunque para ser honestos, lo que mas le sorprendió, fue ver su nombre escrito en el, con letra claramente de computadora. Sus ojos escanearon el lugar, nadie parecía estarla viendo específicamente a ella, al parecer, quien había dejado la carta ya se había ido.

Con algo de duda, tomo el sobre delicadamente entre sus manos, mirándolo con atención, para luego tomar asiento en la silla donde dicho sobre reposaba segundos antes.

— Buenos días — saludo cordialmente el joven camarero que se había acercado a atenderla —. ¿Puedo tomar su orde?

— Buenos días — regreso el saludo apartando la vista del sobre para mirar al chico que muy amablemente le atendía —. El desayuno especial de la casa, por favor.

El joven asintió y rápidamente fue a buscar el pedido. Mientras tanto, Calle regresaba su mirada al sobre, dudosa sobre si abrirlo o no.

¿Que le esperaba adentro? ¿Quien había dejado el sobre? ¿Como sabía que ella siempre frecuentaba ese sitio y habituada usar esa mesa?

— Aquí esta su orde, señorita — anuncio el joven camarero llegando a la mesa con un plato de pan tostado, tocino y huevos revueltos, acompañados de un jugo de naranja y una taza de cafe humeante —. Disfrute su desayuno.

— Gracias. Muy amable. — contesto antes de que el chico se retirara.

Impulsada por la curiosidad, sus dedos abrieron suavemente el sobre, sacando de su interior una hoja del mismo color, doblada a la mitad. Dejando el sobre a un lado, desdoblo la hoja, solo para empezar a leer lo que en ella había escrito.

Querida Daniela Calle.

Hola, espero que te encuentres bien. Si estas leyendo esto, es porque por fin tome el valor suficiente para poder escribirte esta carta y dejarla en la cafetería que frecuentas a diario. Lo primero que tengo que contarte es que, sí, te vigilo, sonará algo loco, hasta aterrador, pero he tenido que hacerlo para saber cuando y donde dejarte estan carta.

Probablemente al ver el sobre, lo primero que has hecho es ver a todos lados, tal vez, buscando a quien a dejado la carta. Pero no me encontrarás, cuando eso pase ya yo me habre ido.

El motivo de esta, muy extraña carta, es especialmente por el hecho de que ya no aguanto mas ocultar lo que siento.

One Shots || Cache || 2do Libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora