One Shots || Cache || 2do Libro.

3/10 📨 Amor entre cartas 📨

Pequeño paréntesis, disculpen por no poder responder a los comentarios anteriores, no he tenido tiempo y emocionalmente ando con altibajos, pero estoy de regreso (por lo menos hoy) por una hora por lo menos.

Otra cosa, comentaron por ahí que querían un "Aleatorio" de "Nunca fue solo sexo", un rencuentro de las chicas unos años mas tarde para darle un mejor final a su historia, ¿Que dicen? ¿Quieren ese "Aleatorio"? Saben que eso dependerá de ustedes, así que déjenlo en los comentarios.

Iniciemos.

...

Una vez que la castaña desapareció de su campo de visión bajo de su vehículo, cerro la puerta y miro a ambos lados antes de cruzar la calle en dirección a la cafetería.

-Gracias Carl. -dijo la mas baja una vez el portero abrió la puerta dándole paso.

-¿Vienes a buscar la carta que te dejo? -pregunto con una cálida sonrisa.

-¿Dejo una carta? -cuestiono mirando al hombre con una sonrisa de emoción plasmada en su rosto. Carl sonrió al ver el brillo tan peculiar en los ojos de la chica.

-Sí, donde siempre.

Poche se acerco a la mesa y vio la hoja doblada sobre la silla. Extendió su mano tomándola para posteriormente guardarla en su bolsillo.

-¿Cuando piensas decirle que te gusta? -cuestiono una voz masculina a sus espaldas.

-Cuando yo lo crea necesario, Johann. -contesto mientras se daba la vuelta para ver a su mejor amigo quien, casualmente, era quien siempre atendía a Daniela, a petición de ella misma.

-No se ¿no crees que seria mejor decirle?

-No se si le gusto, a duras penas sabe que existo.

-Están en la misma universidad ¿como es que nunca se han topado?

-Soy experta en el arte de la invisibilidad y escapatoria -explico ella divertida. Johann rodó los ojo con burla -. Vivo escondiéndome de ella.

-Tienes que arriesgarte, te lo digo por experiencia, es mejor decirlo a guardárselo.

-¿Tú crees?

-Claro, las vi hoy...te miraba de una forma curiosa, como con curiosidad -dijo él con una sonrisa -. No puedo asegurar que se enamorara de ti pero, de lo que si estoy seguro, es que puedes intentar ganar su corazón y sino lo logras por lo menos no sufrirás luego con el "¿Que hubiera pasado si se lo decía?" El que no arriesga no gana.

-Tú te arriesgaste conmigo y te rechace. -dijo obvia recordando la vez que él chico frente a ella se le había declarado. Johann asintió encogiéndose de hombros.

-Es cierto -confirmo -, pero me gane una gran amiga gracias a eso.

- ¿Y que me recomiendas?

- El quince es su cumpleaños ¿no? -Poche asintió sin entender - Puedes venir todos estos días en la mañana casualmente, obviamente dejando la carta antes de que llegue, tú llegarías luego, y así puedes ir entablando una relación para que el día de su cumple la cites aquí y le des una sorpresa confesandole que tú le dejabas las cartas.

-No es mala la idea. -razono pensativa.

-Lo se, soy un genio. -dijo con arrogancia fingida. Poche soltó una risita divertida.

-Sí, lo que digas. Lamentablemente me tengo que ir. Nos vemos mañana.

-Claro, recuerda el plan. Cualquier cosa que necesites llámame.

Ambos se abrazaron como despedida y segundos después Poche abandono el local. Cuando subió a su camioneta cerro la puerta suspirando mientras pensaba en lo que su mejor amigo le había dicho. Saco la hoja de su bolsillo y la desdoblo para comenzar a leerla, conforme avanzaba entre las palabras mas se ensanchaba su sonrisa. Su mente viajo al día en el que la vio por primera vez. El día en el que fue testigo de que, tal vez, el amor a primera vista si existía.

Flash Back.

-Tienes una cara de zombie que te cagas. -dijo Guillermo con burla mientras veia a Poche pasar ambas manos por su rostro intentando borrar todo rastro de sueño.

-Oh, wou, no lo había notado -murmuro sarcástica. Aparto las manos de su cara y miro al chico a su lado -, por favor, vuelve a iluminarme con tú sabiduría gran dios de los idiotas.

-Amaneciste de mal humor hoy -dijo conteniendo la risa que amenazaba con salir. Poche bufo molesta - ¿Te desvelaste anoche?

-Sí -afirmo -. Me quede leyendo "Del fuego y las cenizas". No podía dormir. Algo me decida que este año sera diferente.

Poche apoyo sus brazos en la mesita frente a ella y recostó su cabeza sobre estos cerrando los ojos. Se sentía sumamente cansada.

-Pues déjame decirte que este año artera a gente nueva.

-¿A que te refieres? -pregunto levantando su cabeza para mirarlo directamente. Guillermo la sujeto de la barbilla suavemente para hacer que girara su cabeza y mirara en dirección a la entrada del salón.

Su boca se abrió ligeramente al ver a la chica que estaba entrando de manera segura. Llevaba unas zapatillas blancas, un jean claro y una camiseta roja. Su cabello castaño estaba suelto y perfectamente peinado a un lado. En su muñeca izquierda llevaba un reloj de correaje blanco, el dedo corazón de esa misma mano llevaba un anillo dorado, de su cuello colgaba un collar plateado donde fácilmente se podía apreciar una "D" como el dije. Su corazón aprecio detenerse por un par de segundos y su respiración se acelero.

-Tierra llamando a Garzon -anuncio Guillermo notando que la chica estaba en una especie de trance -. Poche. -como ultimo recurso decidió darle un leve golpe en la cabeza sacándola de sus pensamientos. Ella volteo a verlo.

-¿Por qué carajos me pegas? -cuestiono pasando su mano por la parte trasera de su cabeza.

-No reaccionabas, te quedaste viendo a la chica como si fuera la octava maravilla del mundo -Poche se sonrojo y aparto la mirada divisando de reojo como la castaña se sentaba en uno de los asientos disponibles al frente -. No me digas que te gusta la nueva -el rojo en las mejillas de Poche se intensifico inmediatamente, Él sonrío incrédulo -. Te gusta la nueva.

Mas que una pregunta era una afirmación. Poche volvió a mirarlo ignorando el calor en su rostro.

-No se de lo que hablas.

Fin del Flash Back.

-¿Que me hiciste Daniela? - se pregunto en voz baja colocando la hoja contra su pecho suspirando cual enamorada.

Aun con una sonrisa en su rostro guardo la hoja en la guantera de la camioneta y la encendió dispuesta a irse a su casa. Tenia muchas cosas que pensar, pero si de algo estaba segura era de que le haría caso a Johann, iba a arriesgarse a confesarle a Daniela lo que sentía.