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Su mente esta ida. Su cuerpo estaba en el salón, pero su mente estaba en otra parte. Sus amigos la observaban de reojo de vez en cuando. Todos estaban en el salón escuchando al profesor Johann impartir la clase de biología. Si bien era la clase favorita de María José, no podía concentrarse desde que llego a la preparatoria. Era su primer dia de clases y ya estaba por las nubes.

—María José —le llamo el profesor mirandola con extrañeza. Ella lo miro saliendo de su pequeño trance —, estas prestando atención ¿verdad? —cuestionó con seriedad y algo de confusión, Poche siempre estaba atenta a sus clases. Ella asintió. —¿cuantos estómagos dije que tenía la vaca?

—La clase de hoy es la fotosíntesis, profesor. —se apresuró a contestar tras ver lo que estaba escrito en la pisará.

Johann asintió en aprobación tras ver que su alumna estrella no estaba tan perdida como parecía, pero apenas se dio la vuelta María José volvio a desconectarse de la realidad, específicamente se desconecto para perderse en unos ojos color avellana que no abandonaban su cabeza desde la mañana.

Flash Back

- Horas Antes -

—Es tú ultimo año, relájate, ¿que puede salir mal? Ya estas por irte a la universidad con una beca para estudiar fotografía, respira... —pensaba mientras entraba a las instalaciones de la preparatoria.

Sus pies se movían con rapidez, por lo poco que sabía era que tenía su primera clase en el aula A-13. Biología era lo primero que vería.

—No puede ir nada mal, tranquila, tranquila.

Su mente estaba tan desconectada de su entorno que no se dio cuenta de que una castaña iba cruzando un pasillo hacía ella. Ambas cayeron al piso y todos los papeles que la castaña tenía en sus manos cayeron a su alrededor.

—Lo siento, lo siento mucho, perdón, yo...yo no vi por donde iba, de verdad disculpa mi torpeza. —se apresuró a disculparse la oji-verde levantándose para recoger todos los papeles que por culpa de ella habían caido.

La castaña se levantó sacudiendo su pantalón con una sonrisa divertida en el rostro mirando como la joven se apresuraba a recojer todos los papeles. Cuando María José acomodo como pudo los papeles se giro para mirar a la castaña quedando anonadada.

Sus ojos sin poder evitarlo recorrieron el cuerpo de la castaña de pies a cabezas con la boca ligeramente abierta. La chica frente a ella llevaba unos botines negros, un pantalón de vestir color beige, un sueter blanco y chaleco sin mangas de lana color negro. Su cabello castaño caía como cascada sobre su espalda hasta su cintura. Sus ojos avellana la estudiaban en la próxima y la sonrisa divertida de su rostro no flaqueo en ningún momento.

—De nuevo, perdón...yo, yo no, no te vi, disculpa. —se disculpó torpemente entregándole los papeles a la castaña con un ligero temblor en sus manos.

—Tranquila... —un suspiro involuntario abandonado los labios de la mas baja al escuchar la voz de la chica frente a ella —a todos nos suele pasar alguna vez, tenemos el cuerpo aquí y la mente en otro lado.

La castaña tomo los papeles rozando suavemente la mano de la joven provocando un escalofrío en el cuerpo de esta, quien solo le atino a asentir.

—Soy María José Garzon, un gusto, puedes decirme Poché si gustas. —se presentó Poché con una sonrisa timida.

—El gusto es mío, soy Daniela Calle, soy la nueva profesora de Matemáticas.

Poché estaba por contestar cuando de pronto el timbre de inició de clases resonó por el lugar.

—Me tengo que ir, de nuevo disculpe señorita Calle.

Sin tener tiempo a esperar una respuesta se apresuró a correr en dirección a su salón.

Fin del flash back

—¿Hacemos juntas el trabajo primita? —pregunto Kim apareciendo de la nada frente a la mas baja. Poché movió su cabeza a los lados saliendo de su trance.

—¿Trabajo? —cuestionó sin comprender. Su mirada recorrió el salon notando que el profesor se había retirado.

—Wou, estas mas perdida que yo en clases de historia —se burlo la rubia con una sonrisa burlona —.El profesor Vera, nos dejo un trabajo en parejas.

—Bueno, sí, me pasas tus apuntes y listo —comento con tranquilidad —, no presté nada de atención.

—Se noto, estuviste perdida toda la clases, ¿en que pensabas?

—Yo...

—Buenos días jóvenes.

Sin poder evitarlo, Poche giro su cabeza en dirección a la voz que la había interrumpido encontrándose rápidamente con esos ojos color avellana que la habían cautivado. Calle le regalo una sonrisa amistosa antes de dirigirse a su escritorio.

—Para quienes no me conozcan, soy Daniela Calle y les impartiré en este curso sus clases de matemáticas.

— No puede ser. —pensó María José mirando a la castaña con atención.

—Por favor, esta clase sera como un pequeño examen de lo que, se supone, vieron el año anterior a ver cuanto saben o cuanto recuerdan —explico mirando a todos los alumnos detenidamente, haciendo una pequeña pausa en María José, quien no dejaba de mirarla —. Elijan una pareja para que empecemos a trabajar.

—Tu y yo.  —anuncio Kim con una sonrisa de lado. Poché la miro aun fuera de órbita. Kim solto una pequeña risita burlona.

—Tu y yo ¿que? —pregunto Poché frunciendo el ceño.

—Ay primita, este año viniste mas perdida que de costumbre.

—Las hojas vienen divididas en dos partes, son preguntas de cierto o falso y....

Y como si de un enchufe se tratase, Poché se desconecto de su entorno, dejo de prestar atención a las palabras para detallar a su nueva profesora. Sencillamente era hermosa y aseguraba que era joven.

¿Que hacía una mujer tan bella y seguramente joven dándole clases a un monton de niñatos de 17 y 18 años?

—Mija...Pochas...¡despierta coño! —exclamó Kim en un susurro dandole un leve golpe en la cabeza a su prima. Poche solto un quejido bajo gracias al golpe y la miro con cierta molestia — ¿te gusta la profesora o que? —cuestionó Kim con burla.

Poché no contesto, no sabía como hacer, ¿que le supone que le diría?.

Kim la miraba esperando una respuesta, pero su prima no contesto, solamente noto como el rostro de María José se tornaba de un color carmesí. La rubia abrió los ojos de par en par gracias a la sorpresa.

—Te gusta la profesora. —afirmó Kim en un susurro. Una sonrisa divertida se dibujo en su cara. Poche solamente desvío la mirada hacía la hoja que, minutos antes, Daniela había puesto sobre su mesa.

—Tienen treinta minutos para resolver todas las preguntas.

—Luego hablamos de esto. —le susurró Kim antes de tomar la hoja para leerla.

—¿En que acabo de meterme? —se preguntaba María José aun sintiendo su rostro arder.

Sin notar que cierta castaña la observaba desde su escritorio con una ligera sonrisa.


One Shots || Cache || 2do Libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora