One Shots || Cache || 2do Libro.

5/10 💡Aleatorio💡

Live1307. Este aleatorio y el siguiente (cuando lo publique) van dedicados a ti, me pediste que le diera un final a "Acuario" (una historia de mi primera publicación)  y acá esta la primera parte del final, espero te guste y espero tus comentarios.

...

—¿Cómo hago que me perdone? —pensaba la castaña mientras caminaba en dirección al ya muy conocido acuario, el cual fue testigo de muchas atapas de su vida —¿Qué es lo peor que podría pasar? —se preguntaba — ¿Qué te rechace definitivamente y resulte que ya rehízo su vida con alguien más? — murmuro con cierto tono de disconformidad ante sus propias alternativas de lo que posiblemente podía pasar — Vamos Daniela, no sea ridícula, si te pidió tiempo es porque realmente lo…

Sus ojos se enfocaron en aquella escena que la hizo dudar inmediatamente de las palabras de su ex novia. Frente a la puerta del acuario se encontraba Poché acompañada de una chica de cabello rubio que llevaba a un bebe en brazos, ambas hablaban muy animadamente mientras el pequeño jugaba con los dedos de la mano derecha de la más baja, la cual mantenía extendida hacia él. Su ceño se frunció de inmediato ante tal vista. Estuvo a punto de acercarse hasta que vio como la rubia le entregaba al pequeño quien la abrazo con fuerza una vez estuvo en sus brazos. Aquella chica se acercó a la más baja dejando un beso en su mejilla volviendo a tomar al pequeño en brazos antes de alejarse para subir a un auto de color rojo para luego alejarse del lugar. Antes de que la peli-negra entrara al acuario con el bebé se acercó.

—Creí que no volverías. —comento Poche cuando la castaña entro en su campo de visión —.

—¿Por qué no lo haría? —cuestiono con el ceño fruncido.

—Una vez me prometiste que nunca me dejarías —solo una risita sarcástica mientras negaba con la cabeza. Calle aparto la mirada mientras suspiraba pensadamente — y ¿adivina qué? —cuestiono antes de contestarse a sí misma — Te fuiste al final de todo…solo fueron palabras vacías.

—Poché enserio quiero que me des otra oportunidad —suplico Daniela sintiendo sus ojos ardes —, te lo juro, en serio quiero hacer todo bien esta vez, sin nada ni nadie que se interponga, te prometo que no dejare que mi orgullo o mis emociones negativas me dominen por completo. Te lo juro, soy alguien diferente.

—¿Por qué volviste? —pregunto seriamente. Calle conecto su mirada con la de ella sintiéndose como la primera vez que la miro a los ojos. Se sintió como si Poche fuera capaz de leer su mente con solo mirarla —.

—Mentiría si te dijera que vine aquí para recuperarte —admitió. Poche asintió sin dejar de mirarla, por más que quisiera hacerlo Calle siempre tuvo algo que le llamo la atención, no sabía que era, pero aquella castaña, de alguna u otra manera, aún tenía un gran poder sobre ella —. Vine con la intención de olvidarte —la más baja sintió esas palabras como un puñal en el estómago, pero agradecía que Daniela estuviera siendo totalmente honesta con ella —, pero cuando te vi de nuevo, me di cuenta que no podría hacerlo, aunque lo intentara no podría —respiro profundo antes de continuar, sentía que su garganta se secaba y se sentía totalmente intimidada por la mirada profunda que María José mantenía sobre ella —. Te sigo amando María José —termino por confesar sin poder retener por más tiempo las lágrimas, no le importaba si todos lo que pasaban a su lada la veían llorar, necesitaba confesarle todo a la chica que seguía siendo el amor de su vida —, nunca deje de hacerlo y sé que no lo dejare de hacer nunca, te abandone por mi orgullo, rompí mi promesa de jamás dejarte sola, pero sé que la promesa que jamás voy a romper será la de no dejar de amarte. Sé que te costara confiar nuevamente, pero te prometo que te mostrare que te estoy diciendo la verdad y…

Se vio obligada a guardar silencio cuando de la nada María José sujeto sus mejillas entre sus manos y poso sus labios sobre los de ella en un beso intenso pero cargado de amor y euforia. Calle duro un par de segundos asimilando la situación antes de corresponder el beso, transmitiendo todo lo que aún seguía sintiendo por la chica de ojos verdes. No les importaba quien las viera, quien criticara o lo que pensaran, en ese momento solo importaban ellas y nada más. En ese momento solo les importaba que estaban ahí, les importaba que estaban juntas de nuevo después de tanto tiempo. Solo les importaba saber que no habían dejado de quererse en ningún momento. Se seguían amando como el primer día en que se besaron por primera vez. Una vez la falta de aire se hizo presente se separaron lentamente para mirarse a los ojos con una sonrisa idiota plasmada en sus rostros.

—Deberías hablar menos ¿sabes? —se burló Poche haciendo reír levemente a la castaña.

—Se suponía que eras tú la que nunca me deja hablar. —bromeo la castaña. Poche rodo los ojos con una sonrisa.

—¿Quieres ir a hablar en mi oficina? —cuestiono, sabiendo que eran el centro de atención de todos los que pasaban.

—Sí, creo que es lo mejor. —contesto.

Poche tomo la mano de la castaña con la suya para comenzar a guiarla. Calle no podía estar más feliz, el amor de su vida, aparentemente, estaba dispuesta a darle una oportunidad para arreglar sus errores, aunque en su cabeza seguía dando vueltas la imagen de aquella rubia. Mientras caminaban Poche sabía que Daniela había visto su interacción con Kim y quería aclararle eso a Daniela, para que no pensara cosas que no eran.

—Se llama Kim —comento Poche de la nada llamando la atención de la castaña quien la miro confundida —, la chica con la que me viste, se llama Kim, trabaja aquí, es mi mano derecha, no había venido antes ya que me pidió que le diera unos días para salir con su esposo y su hijo.

—Poche, sabes que nunca te prohibí nada ni te pedía explicaciones, no lo hare ahora, confió en ti y en tu palabra, se perfectamente cómo eres, nunca dudaría de ti. —dijo tranquilamente, aunque por dentro se sentía aliviada al no tener que preguntar sobre aquella chica.

—Igual, no quiero que te hagas ideas que no son.

Una vez llegaron a la oficina de la más baja ambas entraron cerrando la puerta con seguro. Calle detallo el lugar, las paredes eran de color blanco haciendo contraste con todos los muebles los cuales eran de color negro, había muchos marcos con fotos en las paredes, pero los que más llamaron su atención fueron dos que estaban sobre el escritorio de la más baja. En uno había una foto de ella con Ramón, el perrito que habían adoptado al cumplir un año de relación, en la foto se les veía a los dos felices mientras jugaban con un monito de peluche. En la segunda foto se podía apreciar a las dos mientras comían helado bajo la luz de la luna, esa había sido su primera cita. Calle no pudo evitar las lágrimas que se empezaban a acumular en sus ojos, le había hecho daño a María José y le sorprendía aún más que la más baja no le guardara rencor porque ella se guardaba rencor, por el daño que le causo.

—Creo que es momento de pedirte perdón como se debe. —comento Daniela mirando atentamente a la chica frente a ella.