One Shots || Cache || 2do Libro.

4/10 💔Perdóname 💔

Johann mantenía entre sus brazos a María José mientras esta descargaba con lagrimas todo el dolor que sentía en ese momento.

—Todo estará bien, Poché. —le susurró el chico acariciando el brazo de la chica.

—La perdí. —sollozó aferrándose al torso del chico.

—Solo te pidió un tiempo —comentó con cautela —, ten mente positiva.

—¿Y si decide que ya no quiere nada conmigo? —cuestionó con la voz temblorosa —¿y si me odia? Seguro me ha de estar odiando ahora.

—Dudo que te odie, ella te ama. —le aseguró el chico con suavidad.

—Le dije que dudaba de lo nuestro.

—Es normal, estaban pasando por un mal momento.

—Tiré un año de relación a la basura.

—Eso aun no lo sabes, tal vez todo termine bien.

Antes de que la chica de ojos verdes pudiera decir algo el sonido de su celular llamo la atención de ambos.

—Míralo tú —le pidió la chica alejándose de él para dejarle espacio. Ambos se encontraban sentados en el sofá —. Si no es ella no me interesa. —le aclaró.

Johann se levantó del sofá y caminó hasta la mesa del comedor. Cuando tomo el teléfono encendió la pantalla encontrándose con la interfaz se bloqueo.

—¿Contraseña? —cuestionó el chico.

—La fecha de cuando le pedí ser mi novia, la sabes —contestó sintiendo una punzada en el corazón. Johann hizo una pequeña mueca de tristeza, se sentía mal al ver a su amiga así y no poder hacer nada —, le tienes que agregar una "C" y una "P" al final.

Una vez el chico desbloqueó el móvil noto que era una mensaje de whatsapp, en cualquier otro momento le hubiera dando algo de pena abusar de la confianza de la chica, pero ya tenía su permiso y podía ser algo importante.

—Poché — la nombro logrando captar su atención tras leer el mensaje —, creo que esto puede interesarte.

—Johann, no quiero hablar con nadie. —comentó quitando las lágrimas de sus ojos con ayuda de sus manos.

—Es importante. —le insistió.

Soltando largo suspiró Poché acepto su teléfono, extendiendo su brazo para tomarlo de las manos de su mejor amigo.

—Voy a ir preparando el almuerzo. —excusó para poder dejarla sola, necesitaría privacidad.

Sin muchas ganas María José entro en la aplicación para ver de quien era el mensaje.

Su corazón se aceleró.

Buenos días.
9:30am

¿Era real el mensaje?

Su respiración comenzó a acelerarse al ritmo de su corazón.

¿Estaba alucinando?

¿Daniela le había escrito?

¿Debía contestar?

Con las manos temblorosas abrió el chat de la chica, leyendo el mensaje repetidas veces, como si quisiera confirmar que era totalmente real. Tomando un respiro contestó.

Buenos días.
9:32am

¿Cómo estás?
9:33am

Bien, supongo, sigo viva ¿y tú?
9:34am

Me alegra
9:35am

Yo estoy bien
9:36am

Gracias. Es bueno saberlo
9:37am

Cada mesaje enviado y recibido le dolían en el alma. Parecían desconocidas y eso poco a poco le quitaba las esperanzas de que su relación con Daniela pudiera continuar.

Se negaba a seguir llorando, no serviría de nada derramar lágrimas, eso no arreglaría las cosas.

Todo era su culpa a la final, si Daniela tomaba la decisión de alejarse no la culparía.

¿Puedo llamarte?
9:38am

Claro, adelante
9:39am

Su corazón golpeaba fuertemente contra su pecho, sentía que en cualquier momento podría salirse o detenerse. Parecía tener un nudo en la garganta, tendría que obligarse a mantener la compostura.

Una vibración de su teléfono llamo su atención, era una llamada entrante. Conteniendo la respiración aceptó la llamada llevando el teléfono a la altura de su oreja, agradecía internamente que no fuese una videollamada, sabía que su aspecto no era el mejor en ese momento.

La línea duró un par de segundos en total silencio, ninguna se atrevía a hablar al parecer.

¿Como era posible pasar de un ambiente seguro y agradable a uno totalmente incomodo y desconocido con la persona que amas?

—¿Puedo hacerte algunas preguntas antes de decirte cual es mi decisión?

(...)

Hola. Hola.

¿Que tal están?

Espero que estén bien y espero les haya gustado.

¿Qué tal va quedando?

Los leo.

Nos leemos pronto.