5/¿? Especial: Mes del orgullo.

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—Para la próxima no pediré servicio al cuarto. —se quejó Daniela cerrando la puerta al empujarla con su pie.

—¿Habrá una próxima vez? —pregunto la más baja incorporándose hasta quedar sentada. Daniela se acercó a ella dejando la bandeja a su lado sobre la cama para luego volver a sentarse sobre su regazo.

—Yo pensaba que sí, pero solo es si tú quieres.

—Contigo quiero todo —aseguro—, todo lo bueno claro.

Daniela rodeo el cuello de la más baja con sus brazos mientras le sonreía tiernamente. María José llevo sus manos a la cintura de la castaña dejando leves caricias en ella.

—Tú camiseta esta al revés. —susurro María José con gracias viendo la prenda, la cual no parecía ser lo suficientemente gruesa para no hacer notar los pezones de la chica. Daniela vio su camiseta y rodo los ojos con una sonrisa divertida.

—Ya veo porque me miro raro —Poché paso la lengua por sus labios humedeciéndolos. Calle noto a donde se dirigía la mirada de su novia y soltó una risita —. Linda, mis ojos están aquí arriba.

—Sí —dijo levantando la cabeza para conectar su mirada con la de la castaña —, lo siento.

—No te disculpes —acercando su rostro al de la chica comenzó a dejar besos por sus mejillas —, me gusta cuando me vez así.

—¿Así como? —cuestiono sin entender.

—Con deseo —contesto —, con amor.

—Es imposible no hacerlo, te amo y te deseo.

Uniendo sus labios comenzó a besarla lentamente, con cariño, sin prisas, simplemente disfrutando de sus labios, de su textura, de su sabor. Sus corazones latían al compás y sus respiraciones se sincronizaban.

—Se te va a enfriar la comida. —comento María José separando sus labios.

—No importa, puede esperar.

—¿No que tenías hambre? —pregunto divertida esquivando el beso que la castaña pretendía darle. Sonrió burlona cuando escucho un bufido de inconformidad de su parte.

—Tengo hambre de ti ahora. —murmuró dirigiendo sus labios al cuello de la más baja para comenzar a dar besos húmedos en él.

—Es mejor que comas primero, luego podemos seguir con lo que hacíamos. —propuso tratando de no ceder, cosa que le era casi imposible.

—Con una condición.

—¿Cual?

—Que aceptes la mitad.

—No quiero. —se negó la mayor. Daniela se alejó un poco para mirarla a los ojos, con un atisbo de reproche en sus ojos.

—Tienes que comer.

—Puedo hacerlo más tarde.

—¿Desayunaste antes de venir aquí? —cuestiono la castaña.

—Sí. —contesto con duda, como si tratara de convencerse a sí misma.

—Mentirosa —la acuso. Poché bajo la cabeza por un par de segundos riendo por lo bajo antes de volver a mirar a la castaña —. Vas a comer conmigo. —sentencio.

—No quiero.

—No te pregunte —le aclaro —. Es una orden.

—Vas a tener que convencerme.

—¿Te parece a fuerza de besos?

—Inténtalo a ver. —contesto dirigiendo su mirada a los labios de su novia.

One Shots || Cache || 2do Libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora