4/10 🔥 Nunca fue solo sexo 🔥

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—¿Qué querrá ahora? —se preguntó mientras suspiraba frustradamente.

Con pesar camino hasta la puerta de su habitación para abrirla, al salir se propuso caminar lo más lento posible hasta la puerta de salida, coloco su mano en la manija y giro de ella abriendo la puerta encontrándose de lleno con la castaña quien estaba con el puño arriba dispuesta a tocar la puerta.

—¿Qué quieres? —pregunto de mala manera. Calle frunció el ceño mientras metía las manos en los bolsillos de su chaqueta.

—Me preocupe por ti, te fuiste antes de que las clases acabaran —comento aun extrañada por la actitud de la chica frente a ella —. ¿Estás bien? —pregunto.

—Sí, estoy bien —contesto a su interrogante con voz cortante —. ¿Qué haces acá ya es demasiado tarde para que andes a estas horas por la calle?

—Te dije, me preocupé por ti —repitió. Poche se cruzó de brazos — ¿Puedo pasar?

Con un bufido frustrado Poche estiro su brazo hasta la mesita a un lado de la puerta para coger las llaves de su coche y salir de la casa, por lo que pudo ver la castaña había venido en su auto.

—Sube a tu auto y sígueme, te dejare en tu casa, ¿tus padres están? —inquirió mientras caminaba hacia su auto seguida de la castaña.

—No, llegan mañana ¿segura que estas bien?

Sin contestar María José subió a su auto dándole a entender a Daniela que no quería y no pensaba contestar a alguna de sus preguntas. Calle se encontraba extraña por la actitud de la más baja, sin embargo, prefirió guardarse sus comentarios y subir a su auto para seguir al de la chica de ojos verdes. Poche, por otro lado, importándole poco estar en pijama condujo hacia la casa de la castaña, en su cabeza aún seguía la imagen de aquella mañana y sabía que para hacer lo que tenía en mente no podían estar en su casa. Luego de un par de minutos llego a la casa de Daniela, estaciono el auto frente a esta y bajo de inmediato. Calle se estaciono segundos después y al bajar del auto se acercó a ella mirándola con confusión.

—¿Ya me puedes decir que pasa? —pregunto con algo de fastidio.

—No me pasa nada —se limitó a contestar —. ¿Te parece si pasamos o prefieres hablar acá en medio de la oscuridad y soledad de esta calle?

—Entremos.

Una vez ambas entraron a la casa ambas quedaron de pie junto a la puerta luego de que Daniela la cerrara a sus espaldas. Poche solo se limitaba a observarla atentamente.

—¿Qué tienes? —cuestiono. Poche solamente se limitó a morderse la lengua para no comentar nada sobre lo que había visto, quería que Daniela dejara de lado lo que sea que tuvieran y le confiara lo de Felipe como las amigas que se suponía que son, pero, al parecer, no pensaba decírselo — ¿No piensas decirme que tienes?

—No tengo nada solo… —suspirando se acercó a ella y la sujeto suavemente de ambas mejillas para mirarla a los ojos —creo que es estrés...discúlpame.

Calle frunció el ceño levemente, sabía que Poche le mentía, la conocía perfectamente, lo notaba en sus ojos. Se conocían desde hacía un buen tiempo, eran mejores amigas.

—¿Segura? Sabes que puedes contarme todo lo que quieras. —Poche asintió, aunque odiaba mentirle a Daniela en la cara, era lo mejor. Calle remojo sus labios conteniendo un suspiro.

—Quiero besarte. —susurro bajando su mirada a los labios de la castaña. Calle copio su acción, sabía que Poche le ocultaba algo, pero no podía negarse a eso.

Sin querer indagar más Calle conecto sus labios con los de la más baja en un beso lento pero apasionado el cual no tardo en elevar su intensidad. Calle llevo instantáneamente sus manos al cabello de la más baja enmarañándolo mientras daba leves tirones. Poche coloco sus manos en su cintura pegando su cuerpo al de ella. Sin pensarlo demasiado Poche comenzó a dejar besos desde la mejilla de la castaña hasta su cuello, succionando el punto de pulso bajo la mandíbula robándole un gemido. Sus manos se apresuraron a quitar la chaqueta que cubría el cuerpo de la castaña mientras seguían entretenida dejando besos húmedos en el cuello de esta. Daniela lentamente introdujo sus manos bajo la camisa de pijama de la más baja subiéndolas lentamente acariciándola con suavidad, erizándole la piel hasta llegar a la altura de sus pechos notando que no traía nada debajo. Poche retiro rápidamente la camiseta de la castaña tirándola aun lado. El calor comenzaba a notarse más en el lugar. A pasos rápidos se dirigieron la habitación de Calle mientras se sacaban de a poco las prendas de ropa y daban leves choques con algunas paredes.

One Shots || Cache || 2do Libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora