Un mes había pasado desde que Calle había salvado a Poché aquella noche. Un mes y la amistad de aquellas chicas se había vuelto mas fuerte que cualquier otra cosa. Los sentimientos de ambas surgían como la lava de un volcan en erupción, incapaces de dejar de sentir o frenar aquellas emociones.
Pero Calle sabía que estaba mal sentir aquello. Poché era una humana y ella un sangre de lobo. Sabía que las antiguas leyes de la manada la obligarian a transformarla si queria permanecer a su lado.
No lo haría. Ser parte lobo no siempre era bueno y no quería que Poche pasara por la dolorosa transformación y viviera alejada de la civilización. No la volvería un monstruo.
Su familia no lo comprendía, ¿por que insistía tanto en retenerla ahí si sabia que era peligroso?
Facil, Poche era su H.R, esa chica de ojos verdes era su Mate, su alma gemela ¿como podría alejarse de ella sin sentir que le partían el corazón?
—Ya regreso, voy por el almuerzo. —anunció Calle levantándose de la silla en la que encontraba sentada. Poche asintió sentada desde la cama mientras aun se fijaba en el rompecabezas que armaba.
Al llegar a la cocina se encontró con el semblante serio de su padre. Germán estaba cruzado de brazos apoyado contra la isla de la cocina. Calle le dio una mirada interrogante.
—¿Hasta cuando la tendras aquí? —pregunto con seriedad.
—Hasta que mejore por completo, no la dejare ir así como así. —sentenció. Ignorando la presencia de su padre empezó a buscar las cosas para preparar el almuerzo.
—Es peligroso que este aquí, la manada ya sospecha. —el cuerpo de Calle se tenso ante esas palabras. Sabía que esto pasaría, pero no pensaba que pasaría tan pronto.
—No me importa. —su tono de voz no sonaba tan seguro. No quería poner en peligro a nadie.
—¿Por que te preocupa tanto esa chica? —Calle se mantuvo en silencio. Germán frunció el ceño —.Ni que fuera tu H.R .
Calle sin querer dejo caer al suelo el vaso de cristal que sostenía, el cual explotó en pedazos al impactar contra el frio suelo de cerámica.
—¿Dani? —la castaña le regalo un mirada rápida a su padre. Una mirada llena de miedo y tristeza. German comprendió todo al instante —.Ella es tú hilo rojo... —mas que una pregunta, era una afirmación. Calle asintió sin mirarlo.
—Ya no quiero hablar de esto... —susurro con la voz quebrada. Germán se acercó a ella y la abrazo. Calle se aferró a él rompiendo en llanto.
—¿Ella siente lo mismo? Osea, ¿te corresponde? —Calle sintió con cierto temor —esto es malo Dani, tienes que transformala o dejarla ir.
—No quiero, no quiero volverla un monstruo pero tampoco quiero dejarla ir. —murmuró.
Ambos duraron unos minutos abrazados. Germán sabía lo doloroso que era alejarse de su H.R, en un pasado tuvo que vivir lo mismo con su esposa. Su hija estaba pasando por lo mismo y al saber que Dani no quería transformala hacía las cosas mucho mas difíciles.
—La estan buscando —Calle se alejo de su padre para mirarlo con confusión —.Ayer vi las noticias, la dieron como desaparecida, su padre volvió a la ciudad y al no verla, ni contactar con ella por una semana la reportó con las autoridades.
—Tengo que dejarla ir —suspiro con pesar —. La llevare a su casa esta noche.
(...)
—Es hora de irnos.
Ambas salieron de la casa. A la medía noche. Todo estaba en total silencio, los integrantes de la manada estaban dormidos, sin embargo, Calle tenía todos sus sentidos alerta.
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One Shots || Cache || 2do Libro.
FanfictionHistorias: WANHEDA016 Portada: WANHEDA016 No se aceptan adaptaciones y/o copias de ningún tipo sin consentimiento de la autora. Contiene: -Escenas Sexuales -Lenguaje inapropiado -Romance LGBT -Mencionan Drogas Quien no se sienta comodo con este co...