—¿Y solamente por eso tiraras todo a la basura? —pregunto Alejo mientras seguía de cerca a su prima por los pasillos de aquel instituto.
—Sí. —contesto tratando de recordar donde quedaba el salón de su hermana menor.
—¿En serio serás tan cobarde? —cuestiono con molestia, su prima estaba colocando sus miedos en primer plano sin siquiera pensar en su felicidad o en cómo se sentiría la castaña.
—No es ser cobarde —le reprocho soltando un suspiro cargado de frustración —. Es enfermo Alejo, entiéndelo.
—No es enfermo, en un mes cumplirá los dieciocho y podrán ir libremente por la calle.
—Tiene diecisiete.
—¿Y eso que?
—Tengo veintiuno.
—Solamente son cuatro años.
—No es sano.
—Te gusta. Le gustas ¿Cuál es el puto problema? —exclamo en un susurro colmando la paciencia de la chica de ojos verdes.
—¡Es ilegal! —le grito olvidando donde se encontraban.
Las miradas de todos los presentes en el pasillo cayeron sobre ellos, no solamente por semejante grito de parte de la chica de baja estatura, sino también porque no era muy común ver a dos chicos con uniformes militares en aquellos pasillos.
—Solamente es ilegal por treinta días, exageras por nada. —argumento conteniendo la risa al ver el sonrojo de su prima gracias al momento de vergüenza que acaba de pasar.
Antes de poder decirle algo más a su primo un peso se instaló en su espalda casi logrando que cayera al suelo, por instinto llevo su pie izquierdo hacia atrás manteniendo el equilibrio, sus manos fueron a parar a los muslos de la persona que había saldado sobre su espalda justo cuando las piernas de esta rodearon su cadera. Unos brazos rodearon su cuello. Por un segundo pensó que se trataba de su hermana, pero un aroma peculiar llego a su nariz, un aroma que conocía a la perfección. Se trataba de la chica que la llevaba loca.
Una pequeña carcajada se escuchó detrás de ellos — Calle, bájate, no hablaba en serio. —. Valentina llegada donde su hermana y primo justo cuando estos dos se dieron la vuelta. María José aun sujetaba a Daniela sobre su espalda.
—Tú me dijiste que no era capaz de llegarle de sorpresa a tu hermana y saltar sobre su espalda y ya ves, soy muy capaz —contesto la castaña aferrándose a la chica de ojos verdes —. Lo siento si te incomodó o si te lastime — comento, a lo que la contraria negó con la cabeza —. Me encanta como te ves con este uniforme. — le susurró al oído logrando que un escalofrió recorriera el cuerpo de la mayor y que un color carmesí cubriera sus mejillas. Algo que no pasó desapercibido para Alejo y Valentina.
—¿Esta bien Poché? —cuestiono Vale conteniendo una risa que amenazaba con salir. Sí, Valentina sabia del romance que existía entre su hermana y su compañera de clases y mejor amiga, pero prefería hacerse la desentendida y esperar a que ambas tuvieran el suficiente valor y confianza para contárselo. Sí, al principio le sorprendió, no por la diferencia de edad ni mucho menos, sino porque jamás pensó que su hermana se enamoraría tan perdidamente de una chica.
—Sí, solamente me estoy empezando a sentir un poco mal. —mintió rápidamente. Alejo sonrió divertido al saber que no era más que una excusa barata. Daniela sonrió triunfante al lograr tal reacción en la chica de sus sueños.
—Bueno, vamos a casa, así descansas.
Con un pequeño movimiento Daniela le indico a Poché que la baja. La mayor obedeció y con cuidado la soltó. Los cuatro comenzaron a caminar hacia la salida aún bajo las miradas de todos los presentes en el pasillo, si bien ya Valentina y Calle ya eran populares, la escena que acaban de hacer y estar acompañadas dos personas vestidas como militares las hacía, a los ojos de los demás, aún más interesantes. Una vez estuvieron fuera del instituto Valentina diviso el auto de su hermana a lo lejos.
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One Shots || Cache || 2do Libro.
FanfictionHistorias: WANHEDA016 Portada: WANHEDA016 No se aceptan adaptaciones y/o copias de ningún tipo sin consentimiento de la autora. Contiene: -Escenas Sexuales -Lenguaje inapropiado -Romance LGBT -Mencionan Drogas Quien no se sienta comodo con este co...