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—No tenemos nada de que hablar. —sentenció María José aun dejando que Daniela desinfectara los cortes, no quería admitirlo, pero se estaba derritiendo gracias al toque suave de su profesora.

—Es sobre lo que paso el viernes. —comentó ignorando aquellas palabras. Poché le miro, entre molesta y dolida, sin embargo, no lo exteriorizo.

—No se de que habla —murmuro tratando de que no le fallara la voz —. El viernes no paso nada.

—No iba a ser correcto María José —explico seriamente Daniela dejando el algodón aun lado para mirarla a los ojos. Esos ojos verdes la habían cautivado desde ese día en el pasillo —. Eres mi alumna y por si eso fuera poco eres menor de edad.

—¿Y eso que tiene que ver? Yo nunca hubiera dicho nada, nunca la pondría en evidencia —aseguro con firmeza mientras su ceño se mantenía fruncido. lkmm

—Tal vez no con palabras, pero la mirada te delata —dijo bajando la mirada —. Y la mía también. —susurró, sin embargo, gracias a la cercanía, María José pudo escucharla.

—¿Que? —cuestionó sin comprender del todo.

¿A caso Calle sentía lo mismo?  No, eso no era posible ¿verdad?

—Es algo ilegal, Garzon, podría enfrentar carcel por esto. —comentó volviendo a mirar a su alumna. María José suavizó la mirada al ver el conflicto interno de la chica frente a ella.

—Nadie se enterara, ademas, solo faltan tres meses para que sea legal, estoy a tres meses de cumplir 18. —sonrío con ternura al ver un brillo de emoción aparecer repentinamente en los ojos de su profesora.

—¿Por que te peleaste con Nietos? —cuestionó de pronto, recordando el porque estaban en la enfermería. Poché suspiró.

—Le estaba comentando a Kim lo que paso el viernes y...

—¿Kim sabe de esto?  —interrumpió Daniela algo asustada. Poché asintió.

—Solo lo básico, no sabe que hablo de ti. —mintió tratando de calmar a la castaña. Ninguna lo había notado, pero sus cuerpos estaba demasiado cerca, Poché estaba sentada en la camilla con sus manos sobre sus rodillas y Calle estaba entre sus piernas con ambas manos a los costados de la mas baja, como acorralandola.

—Entonces...

—Erika paso justo cuando Kim explicaba como dejar de pensarte — sus mejillas adquirieron un color rojo suave al decir aquello. Calle sonrio embobada al ver lo tierna que se veia aquella niña de 17 años — y se burlo diciendo que nadie se fijaría en mi...y en parte tiene raz...

—No se te ocurra decir que tiene razon, no la tiene en lo absoluto —volvio a interrumpir la castaña con seriedad —. Eres una chica inteligente y hermosa, no dejes que lo que ella diga te afecte.

—Wou. —susurro Poché con una sonrisa tímida desviando la mirada. Calle le miro sin entender.

—¿Que pasa?

—Me dijiste hermosa. —Ahora fue el turno de Calle para sonrojarse y apartar la mirada. Se sentía como una estúpida adolescente enamorada hablando con su crush.

—¿Acaso no lo eres? —pregunto Daniela acercando peligrosamente su rostro al de su alumna. Sonara estúpido y algo cínico, pero todos aquellos golpes que se había llevado, mas su cabello desordenado junto a su chaqueta de cuero le daban un aire rebelde y sexy a la ojos verdes.

—¿Lo soy para ti? —inquirió en un susurro acercando mas su rostro al de la castaña. Sus alientos se mezclaban. Sus ojos no dejaban de mirarse. El aleteo de las mariposas en sus estómagos aumentaba.

—Para mi eres perfecta... —sus labios se rozaron suavemente sacandoles un suspiro al mismo tiempo, ninguna se atrevía a dar el primer paso.

—Ya no aguanto... —murmuró María José. Sus manos rápidamente subieron hasta sujetar el rostro de la castaña jalándola hasta chocar sus labios en un beso, el cual ambas ansiaban.

Ambas cerraron los ojos dejándose llevar. Las manos de la castaña sujetador la cintura de la mas baja, mientras Poche enterraba sus dedos en el cabello de Daniela.

El beso era lento, profundo. En el demostraban que los sentimientos eran mutuos y con eso, sin saberlo, pactaron un acuerdo, sabían que, aunque lo intentarán, ya no podrían alejarse la una de la otra.

—No sabes cuanto quise hacer esto. —susurro Calle cuando se separaron por falta de aire. Ambas sonrieron, aun con los ojos cerrados. Juntarnos sus frentes. Estaban felices.

—Creo que ya no vas a poder librarte de mi. —comentó Poché con diversión sin abrir los ojos.

—¿Y quien dijo que quiero hacerlo? —ambas soltaron una pequeña risita mientras abrían los ojos para mirarse.

—¿Podemos vernos el viernes? Ya sabes, tener como una...una cita...y por cita me refiero a ver una película y comer palomitas en tu casa.

—Claro, ¿a la misma hora?

—Sí, yo llevo los bocadillos, tu consigues las películas.

—¿Podrías quedarte a pasar la noche? — cuestionó Daniela con un ligero puchero. Poché sonrío asintiendo y se inclinó para dejar un beso sobre el puchero.

—Claro, solo tengo que convencer a mi padre. Sera pan comido.

—Entonces te vere el viernes. —sonrío Calle de forma encantadora.

—Mañana me daras clases bobita. —le recordó la mas baja.

—Cierto, tengo que llevarte con el director ahora.

—Casi lo olvido. —Calle volvio a conectar sus labios con los de la mas baja, solo se habían besado un vez y ya se había vuelto adicta a sus labios.

Poche bajo de la camilla y ambas salieron de la enfermería. Caminaron por los pasillos en silencio, los alumnos seguramente estaban en clases.

—Tengo que dejarte aquí —comentó Daniela cuando ambas estuvieron frente a la puerta de la oficina del director —. Llevo diez minutos de retraso con mi clase. Te veo mañana.

—Adiós. Nos vemos mañana.

Calle asintió y con un gruñido se alejo. Poché se mordió levemente el labio inferior. Su profesora le encantaba.

¿Era loco estar enamorada de tu profesora? Tal vez, pero eso no era algo que a ella le molestara.

El amor aparece siempre en lugares insospechados.

Y de eso, María José estaba totalmente segura. El amor para ella había aparecido en la persona menos pensada...en su profesora de matemáticas.

... 🍫  ...

En otra medía horita les público el otro.



One Shots || Cache || 2do Libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora