4/¿? Especial: Mes del orgullo.

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—Claro, gracias.

—¿Pediste servicio al cuarto? —pregunto María José saliendo del baño de la habitación secándose el cabello. Daniela colgó la llamada dejando el teléfono en su lugar para mirar con una expresión divertida a su novia —¿Qué?

—Acabamos de llegar y ya te bañaste, no han pasado ni treinta minutos. —argumentó con gracia.

—Acabamos de llegar y ya pediste comida, no han pasado ni treinta minutos. —le reprochó dejando la toalla sobre el perchero para que se secara.

—Tengo hambre. —se defendió.

—Tenía calor.

Una silencio se formo entre ambas mientras se miraban a los ojos. Daniela sonrío con malicia acercándose a la mas baja.

—¿Tenías calor? —preguntó colocando una de sus manos en el abdomen de la chica sobre su camisa, haciendo leves movimientos con sus dedos. Poche solamente se limitaba a mirarla. Asintió despacio —Si me hubieras dicho pudimos habernos dado una ducha juntas —con lentitud metió ambas manos debajo de su camisa rozando su piel con las uñas causando aquel conocido escalofrío sobre la mayor —, ya sabes, para ahorrar agua.

—No sabía si querías. —dijo en medio de un suspiro.

—¿Pensaste que iba a negarme? —poco a poco fue subiendo la camina de la mas baja sintiendo la suavidad y el calor de su piel.

—Dani.... —susurró. Sus ojos comenzaban a volverse mas oscuros ante el deseo que comenzaba a llenar su cuerpo. Sí, era debil al toque de la castaña.

—¿Y si terminamos lo de de ayer? —preguntó con picardia.

—¿Qué cosa? —sus ojos cayeron sobre los labios de la contraría, moría por besarlos, por mordelos.

—¿Recuerdas lo que me dijiste en el baño? —asintió —Ahora que si tenemos tiempo, que estamos solas y que no habrán interrupciones —sus manos continuaban subiendo su camisa hasta sacarla por completo tirandola al piso, dejando al descubierto el torso de la chica de ojos verdes, el cual solamente era cubierto por un top deportivo negro —, mi cuerpo esta a tu total disposición. Hazme tuya. —le pidió antes de rodear su cuello con sus brazos y besarla ferozmente, con deseo.

Por instinto Poche rodeo la cintura de su novia pegándose mas a ella mientras correspondía el beso con la misma intensidad. Daniela comenzó a caminar lentamente hacía la cama guiando a Poche, una vez noto que ya mo podían avanzar mas rompió el beso dandole un leve empujon a su novia haciendo que se sentara la borde de la cama. Sus miradas de conectaron. Llevo sus manos al borde de su camisa y la fue subiendo hasta quitársela tirandola a algún lado de la habitación dejando ver su sujetador. Colocando una pierna a cada lado de su cuerpo se sento sobre las piernas de la chica de ojos verdes.

—Tócame —susurró inclinándose hacia adelante para comenzar a dejar besos en el cuello de la mas baja. Tomo las manos de su novia con las suyas colocandolas sobre sus pechos, notando como su cuerpo se tensaba —. Quiero que me toques.

Dejandose llevar, María José dirigió sus manos hacía el broche del sujetador de la castaña soltandolo sin mucho esfuerzo quitandoselo y tirandolo al suelo. Su mente comenzaba a nublarse por el deseo y los besos en su cuello junto con las manos de su novia acariciando su cuerpo no le ayudaban a mantener la cordura.

—Calle. —gimio al sentir los dientes de su novia mordiendo levemente la piel de su cuello.

La temperatura de sus cuerpos comenzaba a aumentar y con ello el calor en la habitación. Un gemido ahogado salió de los labios de Daniela la sentir los dedos de María José apretar levemente sus pezones, los cuales se pusieron duros al instante gracias a la excitación.

—Sigue. —Murmuró contra su cuello.

Bajando su mano por su pechos y abdomen Daniela llego a la cinturilla del pantalón de la chica y agradecía internamente que llevara un pantalón deportivo, eso le facilitaría un poco las cosas.

—Acuéstate. —le ordenó. Una vez acostada sobre el colchón Daniela se posicionó sobre ella.

Comenzando a besarla dirigió una de sus manos nuevamente al pantalón de la chica metiendola debajo de este y de su ropa interior sacándole un gemido gracias a la sorpresa.

—Me encanta cuando estas así de mojada. —dijo mientras dejaba un rastro de besos humedos sobre el cuello de la contraría hasta llegar a sus pechos, los cuales seguían cubiertos por el topo deportivo.

Colocando uno de sus dedos entre los pliegues de la mayor inicio moviendo su dedo de arriba a abajo sobre su clítoris sintiendo como se deslizaba con facilidad gracias a la humedad.

—No pares. —pidió entre gemidos. Sus dedos se encontraban semienredados en el cabello de Daniela evitando que se alejara de sus pechos, los cuales besaba aun sobre la tela.

—No pensaba hacerlo. —aseguro.

Cuando estaba decidida a introducir el primer dedo unos golpes en la puerta sobresaltó ambas chicas.

—Joder. —se quejo Daniela apoyando por unos segundos su cabeza sobre el pecho de la mayor. Con suavidad retiro su mano de debajo de la ropa de su novia.

Dos toques mas en la puerta se hicieron presentes.

—Voy. —dijo con notable fastidio.

Con un suspiro de resignación se levanto alejándose de su novia la cual parecía no querer moverse. Con pereza tomo su camisa del suelo, colocándosela sin importarle si estaba al revés.

Al abrir la puerta se encontro con un chico el cual sostenía una bandeja en la mano, cayendo en cuenta que había pedido un servicio a la habitación.

—Estas cosas solo me pasan a mí. —se quejo mentalmente, pero aún así sonriendole forzandamente al chica mientras tomaba la bandeja y cerraba la puerta.






.....

Quería aprovechar el tiempo libre de hoy.

¿Qué les pareció?

Espero les haya gustado?

Nos leemos pronto Contrikrus.

One Shots || Cache || 2do Libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora