2/10 🔗 Tú y yo contra todos 🔗

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—¡¿Me están diciendo que dejaron escapar a los fugitivos?! —grito el hombre totalmente furioso golpeando violentamente el escritorio frente a él con su puño cerrado. Ambas chicas frente a él lo miraban atentamente.

—Fue un error —Valentina miraba de reojo a su hermana al escucharla hablar —. Fue mi error, lanzaron una bomba segadora y me despiste.

—¿Y tú? —miro a la menor de las Garzón — ¿Dónde estabas?

—Ella aún no había subido al techo —se apresuró a contestar María José al ver los crecientes nervios en su hermana. El hombre la miro atentamente —, le había pedido que se quedara abajo por si era una trampa y el auto solamente era un señuelo.

—¿Y acaso la chica se quedó sin lengua que tú tienes que contestar por ella? —hablo malhumorado.

—No todo es malo, comisionado. —añadió la chica logrando que el hombre riera con ironía.

—Dime algo que me alegre. —exigió cruzándose de brazos y recostándose en la silla, una postura común de él cuando el enojo le ganaba. Poché suspiro, aliviada de que la atención no estuviera en su hermana.

—Tengo la identidad de quienes buscamos. —una sonrisa apareció en su rostro cuando vio que la tensión en el cuerpo de su jefe desaparecía y sus ojos se enfocaron en ella, había captado su atención.

—Te escucho y espero tengas razón detective.

—Al recuperar la visión, luego de que la bomba me cegara y ensordeciera momentáneamente —comenzó a explicar, recordando detalladamente el rostro de la chica sobre aquel tejado —, pude observar a una de las sospechosas y con dicha información logre dar con la posible identidad de su acompañante.

—Son dos mujeres entonces.

María José asintió dos veces con la cabeza para posteriormente colocar la carpeta amarilla que traía en sus manos sobre el escritorio de su jefe. El hombre tomo la carpeta sin dejar de mirar a la chica.

—Es alguien a quien llevamos tiempo buscando —continuo la chica observando como su jefe abría la carpeta y enfocaba su mirada en las hojas dentro de la misma —. Estamos hablando de Daniela y Juliana Calle, el dúo dinámico que más problemas le ha traído a la policía.

—¿Por qué querrían ser cómplices del asesinato de Salvatore? —cuestiono en voz alta mirando la información de la carpeta, realmente estaba confundido —Ellas habían desaparecido del mapa durante dos años enteros, no se sabía nada de ellas.

—Lo más extraño es que ellas se especializan en hurtos a gran escala, sin violencia. —añadió Valentina. Poché asintió ente sus palabras.

—¿Por qué regresarían a ser parte de un homicidio? —inquirió su jefe. Nada tenía sentido.

—Lo que me resulta aún más raro es que no es su modus operandi —volvió a tomar la palabra —, al hombre lo asesinaron cuerpo a cuerpo, lo asfixiaron con una cuerda de nailon luego de torturarlo.

—¿Y si en realidad las inculparon? —cuestiono el hombre dejando la carpeta, nuevamente cerrada, sobre la mesa.

—Es lo que deduje cuando leí el expediente de ambas —tomo aire antes de continuar —. No son chicas violentas.

—Valentina —la nombrada miro a su jefe —, puedes retirarte —la chica frunció el ceño —, por más que tú hermana lograra conseguir información valiosa no puedo dejarla irse sin consecuencia cuando dejó escapar a dos fugitivas. —de mala gana Valentina abandono la habitación, no podía decir absolutamente nada al respecto.

—Cometí un error, pero puedo remediarlo, solo necesito....

—Necesito que te infiltres. —la interrumpió. La chica le miro sorprendida.

—¿Disculpe?

—Investiga donde se esconden e infíltrate —argumento seriamente —te daremos una copia del expediente de cada una y cuando des con ellas se los entregaras como ofrenda de paz —Poché escuchaba todo con suma atención —, di que encontraste enlaces corruptos y que piensas tomar justicia por tu mano, pero que para eso necesitas ayuda. Gánate su confianza y luego procedemos a idear un plan de captura.

—Tengo una condición. —se apresuró a argumentar.

—¿Cual?

—Sé que mi hermana es policía, puede cuidarse sola, pero necesito vigilancia en su casa las veinticuatro horas del día hasta completar este encargo.

—Dalo por hecho, Garzón. –aseguro el hombre.

—Bien, me retiro, comenzare la investigación.

(...)

—En algún punto remoto de la ciudad. —

Retirando el casco de su cabeza tomo un respiro. Se acercó pesadamente a la mesa en el centro de la habitación dejando el casco sobre esta. Detrás de ella, con su casco en manos, venía su hermana, la cual realmente no estaba, muy contenta.

—¿Se puede saber en que estabas pensando? –cuestiono con cierta molestia. Calle rodo los ojos aprovechando que aún le estaba dando la espalda.

—¿A qué te refieres, Juli? —pregunto con inocencia fingida dándose la vuelta y apoyando su cuerpo sobre la mesa detrás de ella.

—Sabes exactamente a lo que me refiero, Daniela.

—No es la gran cosa.

—¿No es la gran cosa? —bufa incrédula — Te vieron, nos van a identificar.

—Como si la policía no supiera quienes somos ya.

—Veníamos de una escena del crimen —explico entre dientes, se estaba alterando —¡Creen que somos cómplices del homicidio de uno de los traficantes más grandes del país!

—Resolveremos esto. —dijo, aunque no estaba muy convencida de sus palabras.

—¿Y cómo piensas hacerlo?

—Hablando con la policía. —admitió. Juliana, con su paciencia al límite, le lanza el casco directamente a la cabeza, por suerte Daniela logro atraparlo antes de que este impactara su cabeza.

—¡¿Acaso tienes demencia?! —le grito. Calle deja el casco de su hermana sobre la mira para luego volver a centrar toda su atención en ella.

—Tal vez si logramos contactar con la policía y decimos lo que sabemos podremos librarnos de esta.

—De verdad perdiste la cabeza. —susurro llevando una de sus manos hacia el puente de su nariz ejerciendo presión sobre esta con sus dedos índice y pulgar.

—Entonces ¿qué propones tú? —pregunto cruzándose de brazos.

—Irnos del país otra vez.

—No podemos irnos teniendo encima un homicidio que no cometimos. —le reprocho.

—¿Sabes qué? Me iré a dormir, mañana pensamos que carajos hacer.

Sin esperar respuesta Juliana abandono la habitación. Daniela suspiro pesadamente, se habían metido en un gran problema.

—¿Qué hice? —se preguntó cerrando los ojos y sin poder evitarlo, o sin siquiera pensarlo, una sonrisa se dibujó en su rostro al recordar a aquella chica. La había embarrado totalmente, no solo ahora era supuesta cómplice en un homicidio, sino que también había sentido un flechazo por aquella chica que buscaba ponerla tras las rejas — ¿En qué te metiste, Daniela?




(...)


Hola. Hola. Hola

¿Qué tal todo?

¿Qué les parececio este cap?

Queria proponerles una cosa, dependiendo del apoyo, votos y comentarios que reciba este cap mañana traigo maraton ¿qué dicen? Espero sus respuestas, depende de ustedes.

Nos leemos pronto.

One Shots || Cache || 2do Libro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora