Ruben
Lo dejé en enfermería y le pedí a la doctora que me avisara cuando Mangel; iba a estar listo para llevarlo a casa.
Caminé por los pasillos, algunos Chavales me miraban raro. Miré mis nudillos, estaban rojos a más no poder. Un dolor insoportable se hizo presente, en esa zona.
Y recordé, que todo lo hice por Miguel.
—¡Doblas!- paré al escuchar esa voz, sabía perfectamente de quien provenía- ¡Jovenc..- volteé
—No estoy para sus gritos- seguí caminando.
—¡Doblas!- la ignoré- Me enteré de lo que pasó- volví a parar- Estoy segura, que debe estar más que cabreado- sonreí
—Lo estoy, Sra. Poppy- murmuré
—Dime, Grace- me sorprendí. Muy rara vez, conseguía que Poppy te de su nombre
—Vale- rasqué mi nuca
—¿Cómo está Miguel?- llegó hasta Mí- Lamento, tanto por Él- su mano, cayó en mi hombro.
—Lo acabo de dejar en enfermería- manifesté
—¿Sabes quienes fueron, los agresores?- asentí
— La pandilla de Bandera- bufé; mis brazos yacían cruzados, cerca a mi pecho
—Esos Alumnos, nunca van a cambiar- frunció el ceño- ¿Lo golpearon muy fuerte?- el timbre, de la tercera hora sonó- Doblas, después hablamos- sacudió su ropa- Tengo clase con 4to de Bachillerato- bufé
Me di la vuelta, y volví a tomar el camino en el que pasaba.
—La pagarás Abraham- mascullé con odio.
Los alumnos, salían de las aulas otros caminaban por los pasillos, conversando animada-mente.
Divisé a lo lejos a Guillermo. Agilicé el paso, y me coloqué frente a Él.
—¡Rubius, macho!- palmeó mi hombro y se dio cuenta de la cara de cabreado, que tenía- ¡Joder!..¿Qué hizo Abraham?- Guille, me conocía perfectamente.
—Le dieron una paliza a Mangel- golpeé, el casillero. Todos, fijaron su vista en Mí- ¿Qué cojones, quieren? ¿Acaso no tiene una vida, que hacer?- todos, siguieron con sus cosas
—...-lo miré- ¡Madre Mía!- exclamó- ¿Miguel, está bien?- asentí, no tenía ganas de hablar sobre ello- ¿Vas, a por la venganza? ¿no?- alcé los hombros
— Probablemente si, probablemente no- ladeé la cabeza- ¡No seas gilipollas!- le dije- Obviamente a por la puta venganza- lo tomé del brazo y lo jalé, hacia el patio.
—P-Pero, Tío..-lo solté- ¿Podemos, hacer esto en la salida?- lo fulminé con la mirada- Vale, iremos a por la venganza- sonreí
Un grupo de Chavales, gritaban a la par que los profesores lo hacían. Pelas en el patio; un clásico que nadie podía perderse.
Avanzamos, hacia Ellos. "El Líder" ; quedaba en el centro, golpeando a un Chaval... Al llegar, me adentré al círculo; y quedé frente a Abraham.
—¡Oh! miren es el Noviecito de Mangel Rogel- apreté, mi puño y lo estampé contra su cara
—¡Hijo de Perra!- cayó al suelo- ¡De esta no te salvas, cabrón!- lo pateé, en la costilla
—...-comenzó a toser- V-vamos, si-igue g-o-olpeán-d-dome- Guillermo, me detuvo
—Será mejor que pares- me tomó del brazo y trato de jalarme
—¡¿Qué pare?!- reí- Este Imbécil- le volví a dar otro puñetazo- Golpeó a mi Novio- los del círculo, comenzaron a alejarse
—Chaval- me jaló- ¡Lo vas a matar!- lo empujé
—¡Eso es lo que quiero!- me tiré encima de Abraham, y no paraba de proporcionarle patadas y puñetazos.
—¡Doblas!- no paraba, mi mente se enfocó en una sola cosa y eso, dejarlo Muerto.
(...)
—¡Qué no se repita!- asentí, por enésima vez- Puede retirarse- concluyó.
Me paré del asiento, de madera. Fulminé con la mirada a Abraham; y salí de la oficina del director.
Caminé hacia la enfermería pero, me detuvieron.
—Cuida a tu Noviecito- rió- No creo, que sea la última vez que lo veas golpeado- pasó, al costado mío.
Lo tomé del cuello, aventándole contra la fría pared; sentía mi cara arder y las ansias de darle una buena ostia, no se quedaban atrás.
Apreté la mano en su garganta, mientras podía ver como sus pies en el aire se balanceaban rápido; solté un carcajada y sus pómulos comenzaron a tornarse morados. Lo solté y cayó al suelo.
—Para la próxima Bandera..-me coloqué de cuclillas hasta llegar a su altura- No dudaré en dejarte sin Vida- revolví su cabello con gracia y me paré.
—Maldito i-infeliz..-al levantarme, escuché aquellas palabras; alcé mi pierna, proporcionándole un golpe en el estómago.
—Adiós Abraham..-me coloqué la capucha y seguí mi rumbo.
Toqué la puerta de enfermería. La doctora, me abrió y saqué la cara de Subnormal, por una sonrisa forzada.
—¿Joven Ruben?- asentí- Voy a despertar a su Amigo- me apoyé en el marco, de la puerta- Espere Aquí- señaló unos asientos, y caminé hacia ellos.
¿Por que, narices Abraham? ¿Por que, no el grupo de Samuel?.
Cheeto, o más conocido como Abraham; fuimos mejores amigos de pequeños pero, llegó ese día y todo cambió.
—¡Maldita la hora, en la que te convertiste en mi enemigo!- murmuré, cabreado.
—Gracias- besó mi mejilla
Mis ojos, se abrieron de par en par.
—M-Mangel- se sentó junto a Mí
(...)
Caminamos en silencio. No tenía ganas de hablar; Mangel, por su parte no dejaba de mirarme y eso me molestaba un poco.
Juntó nuestras manos, y sonreí.
—Te Amo- lo miré- Eres la única persona, que me mantiene en pie y sin Tí, no se que haría en este mundo- paré
Me tomó de la cara, y me estampó contra sus labios.
—Yo también Te Amo-dije y besé su mejilla
—¿Seguro que tu Mamá, no te dirá nada?- pregunté, preocupado.
—Me preguntará varias cosas pero, trataré de evitarla- alzó los hombros.
Noté que en el parche, del ojo; yacía un poco de sangre, y lo abracé.
—¡Mierda!- mascullé- ¡Cómo, narices pude dejarte solo en clases!- exclamé, y besé su frente
—Rubiuh- se separó- No es tu culpa- sonrió- Yo..Yo a veces recibo varios insultos sobre mi orientación sexual- frunció el ceño- Antes de conocerte, me golpean e insultaban de una manera agresiva- tomé su mentón e hice que me mire
—¿Por que nunca me lo dijiste?- la sangre, comenzaba a hervir en mis venas
—....-bajó la mirada- T-te tengo m-miedo-