Mangel
—¿Qué pasó papá?- camino hacia mi cama, y me siento.
—Hay algo que debo decirte, hijo-asiento
—¿Qué es?- pregunto entusiasmado.
Ya que, la última vez que tuvimos una conversación así; mi Padre me trajo un regalo. Una guitarra, sí es muy cliché, pero yo amo la música.
—Es..-suspira- Tú madre y Yo, ya tenemos los papeles del divorcio listos. Conseguí a un abogado rápido, es decir, que nos íbamos a tardar 2 años en que nos separáramos pero, logré separarme de tú madre y sé que..tendrás que irte con Ella a Londres- me quedé estático- No quiero que me odies, no quiero que pienses que tu padre no te quiere porque Ya no vas a estar con Él. No es así Miguel, te quiero y lo sabes pero, tu madre quiso llevare..Me opuse pero, me logró convencer que allá tendrás un buen estudio, conocerás más amigos, tendrás tu propio departamento y..-le interrumpí.
—¡¿Qué?!- me paré de un salto- N-No p-puedes..¡No puedes! ¡No quiero separarme de Ruben, de Tí de mi Hermana!-grité
—H-Hijo no t-te alter..-
—Me quedo, no me iré con mi madre; ¿Por qué tendría que hacerlo?-
—Porque el juez lo manda, las leyes te dicen que si tienes dos hijos uno de ellos tendrá que irse con uno de los padres- posicionó sus manos en mi hombros.
—Yo no me voy a ir, no quiero perder a Ruben- chillé- Sabes que lo Amo, sabes que es mi Novio..-mi voz se quebró a mitad de oración.
—Sabía que te ibas poner así- salió del cuarto y volvió a entrar, en sus manos traía una agenda- Toma.-me extiende el objeto
—¿Qu-Qué es esto?- pronuncio al abrir el cuadernillo.
"Mi gran familia...Y El Chico que me gusta"
—¿C-Cómo lo conseguiste?-digo y agrego- Me acuerdo haber dejado esto, a mitad del viaje a Canadá; estaba jugando con William y..dejé la agenda, la olvidé-apreté el cuadernillo, lo apreté en mi pecho.
—Y-Yo la recogí, hijo- frunzo el ceño- No te la di, ya que, a tu madre no le gustaba que te gustara un Chaval- y la primera lágrima calló.
—Da igual...¡He vuelto a tenerla!- sonrió entre lágrimas
—Y-Yo.. Te voy a extrañar- me abraza.
—Pero ¿Por qué dice eso? Falta mucho para que me mude ¿cierto?- pregunto con un poco de esperanza.
—Tienes dos días, Miguel-cierro los ojos- Sólo dos..Pasa mucho tiempo con tu hermana, llévala a pasear con Ruben; disfruta estos días- Él también quería llorar, lo admiro mucho, es un gran padre.
—No le digas de esto a Ruben, por favor- suplico y abro los ojos, el asiente
—Te importa sí..-niego con la cabeza, y la puerta se escucha.
Abro los ojos, mis pómulos se llenan de lágrimas y dejo escapar un quejido, mi corazón es estaba rompiendo.
[...]
Tocan la puerta, me paro del sofá; froto mis ojos, y tomo aire. No iba a dejar que me viera en ese estado, sospecharía y no quiero que se entera, no por ahora.
Camino hacia la entrada, muerdo mi labio y abro la puerta; me topo con unos ojos verdes, muy claros a decir verdad. Sus labios curvan una sonrisa, y su cabello es lacio pero con rulos en su copete.
—H-Hola- en su voz pude notar nerviosismo
—¿Hola?- sonríe
—¿Eres novio de..Ruben?- alarga las últimas palabras
—Sí-contesto- ¿Pasó algo?- cuestioné preocupado
—No- vuelve a sonreír.
Levanto la mirada, y me encuentro con esos ojos verdes que conocía a la perfección, en su mano sujetaba a mi hermana; como quisiera retroceder el tiempo, haberme quedado callado, no haberle echado la culpa a mi mamá.
—¿Mangel?-y lo tengo frente a Mí, me observa con preocupación; desvió la mirada y me hago a un lado.
Mi hermana pasa.
—Daniel, pasa- el nombrado paso, dejándonos a Mí y a mi Novio, solos.
—Dime que pasa-
—No ha pasado nada- contesto, frío.
—Miguel..-toma mis manos.
—Ruben, he dicho que no ha pasado nada ¿vale?- lo observo
—¿Qué hablaste con Jerry?- trago saliva.
Invéntate algo, ahora.
—Ya sabes.. las notas y el rendimientos escolar- digo sin ganas y con el nudo en la garganta.
—¿Segu..-Shantal interrumpe.
—¡Mangel, Daniel quiere jugar en la X-Box!- tuerzo una sonrisa.
—V-Vale- asiente y camino tras de Ella.
Y me pongo a pensar en un plan, un plan para hacer que la despedida no sea dolorosa.
Subo las escaleras.
—¿A dónde vas?- pregunta mi Novio
—A traer los mandos y-y todo lo d-demás- al escuchar mi voz entrecortada quiso acercarse hacia Mí, corro hacia mis cuarto y me encierro.
Me resbalo por la puerta, escucho como trata de abrirla.
—¡Mangel! ¡Abre!
Y una idea se me ocurrió.
A partir de ahora, seré más frío, más rudo..Seré como Ruben. Dejaré de llamarlo, dejaré de abrazarle o contestarle. Haré que se despegue de Mí, haré que ya no me ame.
—¡Joder! ¡Abre la puta puerta!
Y cuando sea el día del viaje, inventaré una excusa para que no venga a casa, le diré que habrá reunión familiar...Él detesta a mis Tías, punto a favor, no vendrá. Podré irme tranquilo, podré abordar al avión sin necesidad de verlo y rehusarme al viaje .
—¡Mangel! ¡Abre, ahora mismo!
Tomo los cables, y unos tres mandos; abro la puerta, las lágrimas se habían secado.
—Me e-estabas preocupando, Amor-me abraza.
Le empujo, se separa con extrañeza.
—Nunca te han enseñado a respetar el espacio personal - ruedo los ojos y bajo las escaleras, con Él detrás mío, pisándome los talones..Literalmente.
Dolerá pero, valdrá la pena.